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La rápida actuación de los medios desplegados evitó que el fuego se propagara, de modo que podo después de la medianoche se dio por extinguido
El verano ha comenzado agitado en Rute, en lo que a incendios forestales se refiere. En poco más de una semana se han sucedido tres en el término municipal. Dos tuvieron lugar en apenas 24 horas, el 16 y el 17 de junio, y tan sólo diez días después llegaba el tercero. En este caso se produjo en la zona conocida como “La Montañesa” (por el cortijo del mismo nombre) y la sierra de La Palomina, cerca del entorno de Rute Viejo. No muy lejos había estado el foco del primero, en pleno Cerro del Olivar, mientras que el segundo afectó a la zona de Las Piedras-Palomares y Los Pérez.
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El de La Palomina se detectó hacia las tres de la tarde. De inmediato, el Servicio de Extinción de Incendios Forestales de Andalucía (Infoca) desplazó hasta allí un helicóptero pesado como bombardero KA-8, dos grupos de bomberos forestales, un autobomba y un agente de Medioambiente. También colaboraron en las tareas de extinción bomberos de Lucena, miembros del voluntariado de Protección Civil Rute y la patrulla del Seprona de la Guardia Civil de Rute.
La rápida actuación evitó que el fuego se propagara y sobre las cinco y media de la tarde se dio por controlado. No obstante, según informó la Policía Local, durante el resto de la jornada un retén permaneció vigilando el perímetro y refrescando la zona. Luego, el Infoca confirmaría a través de sus perfiles en las redes sociales que el incendio se había dado por extinguido pasada la medianoche. También en estos mismos perfiles se ha matizado que el fuego de Rute se considera “conato” en los indicadores ambientales de Andalucía, puesto que la superficie quemada ha sido “igual o inferior a una hectárea”.
Por su parte, el alcalde Antonio Ruiz ha lamentado estos tres incendios casi consecutivos. Según ha manifestado, todo apunta a que el segundo fue “por causas fortuitas”. Menos claros están los otros dos, aunque confiesa que no le cabe en la cabeza “que haya alguien que disfrute o que tenga intención de quemar la sierra”. En cualquier caso, recordó que a menudo se producen “por imprudencias” y en verano y con el campo tan seco hay que extremar las precauciones.