La cofradía de la Virgen de la Cabeza crea ambiente para las Fiestas de Mayo con tres conferencias

  • Han girado en torno a la restauración del manto rojo “de las letanías”, el centenario del manto verde y los cincuenta años de vida de la revista “Morenita”

Se acercan las Fiestas de Mayo de la Virgen de la Cabeza y la cofradía “calienta motores” de un modo especial. Aprovechando la coincidencia de varias efemérides, ha organizado una serie de conferencias temáticas. Todas se impartieron en la parroquia de San Francisco de Asís, en la tarde-noche del sábado 20 de abril, a una semana de estar en la romería de Andújar. Como recordó el presidente, Andrés Cobos, es un año “especial” al cumplirse un siglo de la adquisición del manto verde, uno de los más conocidos, y medio de la revista “Morenita”. A ello se suma la restauración de otro muy emblemático, el rojo o “de las letanías”. Se hizo el año pasado, pero entonces hubo premura y directamente la Virgen de la Cabeza lo lució el segundo domingo de mayo.

Ahora la especialista en restauración textil Celia Mármol ha detallado el proceso que le llevó cuatro meses de trabajo. Se dividió en varias fases. La primera fue un estudio del estado del manto, con el correspondiente análisis técnico. La fecha de elaboración es indeterminada. Se calcula que puede remontarse a principios de los años 20 del siglo pasado o antes. En su origen, fue bordado sobre terciopelo blanco, “en briscado y puntada de setillo”. Sin embargo, en 1980 ese bordado se traspasó al actual terciopelo rojo, gracias a las manos de Araceli Macías.

  • Durante estas décadas, la revista “Morenita” ha crecido y evolucionado, siendo testigo de la vida social y cofrade de Rute

Una vez analizado, se acometió la intervención, desmontando el forro y rehidratando las fibras, para recuperar su elasticidad y los hilos rotos. A continuación, se procedió a una doble limpieza, mecánica, recurriendo a instrumental quirúrgico para eliminar restos de petaladas o cera, y físico-química, con tests de solubilidad para asegurarse de que los materiales no se dañaran. Aún quedaba la consolidación y fijación, “la parte más delicada” y que más tiempo llevó. Así, hubo que teñir las trenzas de seda natural, recolocar manualmente los hilos, reponer flecos y montar el forro, entre otras tareas.

En la segunda ponencia, Agustín Camargo, licenciado en Historia del Arte, aportó nuevos datos en torno al manto verde. A diferencia, del de las letanías, sí tiene una fecha concreta, 1924. Ese año fue donado por Victoria Pérez Roldán y Antonio Reyes Rodríguez. Las indagaciones de Camargo le han permitido saber por la prensa de la época que él había heredado de su padre la Destilería de Pepe Luis Vázquez. También fue concejal en Rute y costeó la “capilla del bautismo” de San Francisco.

Este manto fue restaurado en 1994, en Bordados Mendoza, de Málaga. La principal alteración fue que la saya se pasó a blanco. Según expuso, sigue el patrón habitual “de estilo isabelino”, en el que se borda el contorno y se complementa con un salpicado. La técnica empleada es en setillo o “bordado tendido”. En Rute, citó la similitud con la túnica de capilla del Nazareno. Esta túnica no está fechada, pero aparece en una foto del diario ABC de 1932.

En principio, se creyó que el manto verde procedía de Málaga. Los capullos distribuidos radialmente, los crisantemos, rosas y azucenas, son algunas analogías con otros mantos de esos años, como el de la Soledad de Mena. También las hay con un manto de Nuestra Señora de las Angustias de Córdoba, que se pensó que se remontaba a 1816. El propio historiador escribía al respecto en la revista “Morenita” de 2016. Después, se comprobó que esa fecha era errónea. En cambio, consta que el de Mena procede de Zaragoza, del taller de bordados y orfebrería “Casa Aranda”, regentado por Leonor Torres. Camargo concluye que el manto verde es de allí, dadas las analogías y similitudes con muchos de la geografía andaluza.

Por último, el Cronista Oficial de la Villa Manuel García Iturriaga se remontó a la primavera de 1975. El entonces presidente de la cofradía de la Virgen de la Cabeza, Alfonso Cruz, le propuso crear una revista sobre las Fiestas de Mayo. Con objeto de que estuviera lista a la vuelta de Andújar, buscaron colaboradores y firmas, entre ellas la del propio Iturriaga. Alfonso Cruz fallecería al año siguiente, pero su sucesor, Pedro Alarcón, y el resto continuaron con el proyecto. No fue siempre de forma continua. En ocasiones, la publicación era sustituida por un “programa de fiestas”. Pero, en palabras del cronista, ha sido algo “circunstancial”. Desde 1994 nunca ha dejado de editarse, salvo en la pandemia, y ha crecido hasta alcanzar las doscientas páginas.

De forma paralela, la revista ha evolucionado, dando cabida a poemas populares de gente devota. También se han ido incorporando las colaboraciones de los párrocos de Rute o los alcaldes de cada momento, desde Pedro Flores en los 80 a nuestros días. A su vez, ha sido testigo de la vida social y cofrade de Rute, recogiendo hitos como la primera vez que hubo cortejo infantil de reina y damas (1980), la grabación de un disco con los himnos de la Morenita (1978) o la Coronación Canónica (1986).

Tras estas tres conferencias, el teniente de alcalde Rafael García mostró el apoyo municipal a estas fiestas y felicitó a los ponentes, animando a difundir este patrimonio local. El último turno correspondió al sacerdote Bernard Huamán, que aseguró que conocer todo el arte que hay alrededor de la Virgen contribuye a disfrutar más de sus fiestas y de una fe trasmitida de generación en generación. La noche concluyó con el emotivo canto a capela del himno “Morenita y pequeñita” por todos los asistentes.

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