El término de Rute sufre el segundo incendio forestal en menos de 24 horas

  • Esta vez el fuego se originó en las inmediaciones de Las Piedras y Palomares, y otros diseminados como Los Pérez, generando inquietud entre los vecinos


El término municipal de Rute ha sufrido el segundo incendio forestal consecutivo en menos de 24 horas. Apenas un día después que el fuego declarado a mediodía del jueves 16 en el Cerro del Olivar, el viernes el área castigada por las llamas era otro cerro, el conocido como “Moleón Chico”. Se trata de una amplia zona de olivar, matorral y monte bajo que discurre entre las aldeas de Las Piedras, Palomares y otros diseminados como Los Pérez. De hecho, cerca de este núcleo pudo originarse el fuego. Al menos, ahí lo vio desde Palomares Amelia Camacho, vecina de esta última aldea.

Ella fue la primera en dar la voz de alarma. Nada más ver la enorme humareda, no dudó en llamar al 062, el número de emergencias de la Guardia Civil. Confiesa que fue “el primero” que se le vino a la cabeza, pero la reciente experiencia del día anterior y un viento que se había intensificado la animaron a avisar. Lo importante es que allí mismo le confirmaron que aún no había constancia de incendio alguno en la zona y su llamada sirvió para activar el protocolo necesario. De inmediato, se desplazó al lugar una dotación del Infoca. Por su parte, la Policía Local de Rute movilizó con sus llamadas al voluntariado de Protección Civil y el Parque de Bomberos de Lucena.

Como en la jornada anterior, el operativo requirió que se activaran los medios aéreos. En concreto, según fuentes del Infoca, en las tareas de extinción participaron 32 bomberos forestales, dos técnicos de operaciones (TOP), dos agentes de Medioambiente, un técnico de extinción (TEX). Además, se precisó de dos autobombas y cinco vehículos aéreos: un helicóptero ligero LA-4, uno semipesado MA-3, otro pesado KA-8, y dos avionetas de carga en tierra, TA-2 y TA-3.

El amplio despliegue buscaba que las llamas no alcanzaran las viviendas de los núcleos de población cercanos. Los vecinos pasaron la tarde con la lógica inquietud de que en cualquier momento tuvieran que evacuar sus casas. De hecho, se les dijo que esa probabilidad podía darse y hubo un momento en que se les llegó a “recomendar” que las desalojaran. No obstante, cuando empezaba a caer la noche, hacia las nueve y media, las redes sociales del Infoca ya hablaban de “evolución favorable”.

Pasada la medianoche, actualizaban la información confirmando que el incendio estaba “estabilizado”. Esto significa que, sin llegar a estar controlado, evoluciona, en efecto, de modo favorable, “al no presentar  frentes activos que hagan avanzar el fuego libremente”. Aun así, durante la madrugada los retenes permanecieron “trabajando para su control”. Como en el del día anterior, siguen sin trascender las posibles causas.

Una primera estimación barajaba que podrían haber ardido unas setenta hectáreas. A ello se suma la desazón de las familias de estos diseminados. A primera hora de la mañana, cuando el incendio aún se consideraba “estabilizado”, un equipo de 16 bomberos, un TOP, un agente de Medioambiente y una autobomba prosiguió con las tareas para apagarlo. A media mañana, el Infoca comunicaba que estaba “controlado”.

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