Antonio Luque advierte que si se fusiona con Almazaras de la Subbética la Cooperativa Agrícola de Rute “perderá su identidad”

  • El presidente de Dcoop pide a los socios que estudien los protocolos de fusión, aunque la ve como una solución “si el Consejo Rector no es capaz de hacer una buena gestión”

El encuentro tuvo lugar en el salón principal del hotel El Mirador

Entrevista a Antonio Luque, presidente de DCOOP

Hasta Rute se han trasladado representes del Consejo Rector de Dcoop para ofrecer en el hotel El Mirador una charla informativa a los olivareros. Antes, su presidente, Antonio Luque, atendió a los medios y dejó varias cuestiones sobre la mesa. Todas giraron sobre la posible salida de la Cooperativa Agrícola de Rute de Dcoop y la fusión con Almazaras de la Subbética. Según dijo, que las cooperativas de Dcoop mantengan su identidad de primer grado tiene “ventajas e inconvenientes”. Son autónomas, pero si su presidente y su Consejo Rector “no funcionan” Dcoop “no puede hacer nada”.

Si se integran en una cooperativa de primer grado, en alusión a la fusión con Almazaras, “la situación es distinta”. Entiende que quizá “sea bueno para los agricultores” que la cooperativa ruteña se fusione con Almazaras “si su presidente o el Consejo no tienen capacidad para hacer una buena gestión y mejorar la calidad”. Lo que no admite es que ese “argumento” se base “en cosas que no son ciertas”. También se preguntó qué ocurre si la cooperativa tiene deudas, “qué dice el protocolo, si el agricultor es responsable”.

Por todo ello, entiende que lo primero que deben plantearse los agricultores ruteños es si quieren fusionarse con otra cooperativa de primer grado. Asegura que, de ser así, la de Rute “perdería su personalidad jurídica, en Rute no habrá cooperativa, sino que habrá una cooperativa en Carcabuey”. Insiste en que no está en contra de esos procesos, “pero hay que estudiarlos bien”, porque estaríamos ante “una fusión por absorción”, donde la cooperativa ruteña “no se vende, se entrega”. Para eso, cree que debería formarse un grupo de personas que junto al Consejo analicen ese protocolo “en profundidad”.

Luque confesó sentirse “sorprendido” con lo que ha leído y escuchado. No se trata, dijo, de que en Dcoop sean “malos”. Según señaló, en la última asamblea, de las ciento ochenta cooperativas que lo integran, “sólo dos han votado en contra de las cuentas”. Respecto a la gestión, sostiene que él no ha participado en las asambleas y Dcoop puede asesorar, pero no tomar decisiones. Consciente de que el tema central es el económico, mostró sus dudas de que la fusión genere más empleo y cuestionó si, en un año de poca producción sólo funciona una almazara, “cuál va  a abrir, la de Carcabuey o la de Rute”.

Insiste en que todas esas cuestiones deben mirarse. Si aun así, quien está al frente “no es capaz de mejorar la calidad o analizar los costes, no sabe o no quiere”, entonces admite que al agricultor le pueda interesar la fusión y que haya “otros que le hagan ese trabajo”. Respecto a la relación entre Dcoop y la cooperativa ruteña, cree que se han unido dos factores. Los últimos años han sido “muy complejos” para el sector. Pero también lamenta que haya habido “una empresa muy concreta” que ha hecho “una labor contra Dcoop” en los medios. Ahí se ha generado “un caldo de cultivo”, donde se han difundido “bulos” y admite que ha faltado más “interlocución con los agricultores”.

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