Se entrega a los pescadores bolsas específicas para recoger restos de siluro

  • El objetivo es colaborar con la Junta y la UCO para estudiar el problema y tratar controlar la superpoblación de esta especie invasora en el Pantano de Iznájar

El último pleno municipal daba luz verde a un convenio entre los Ayuntamientos de Rute e Iznájar con la Empresa Provincial de Medioambiente, dependiente de la Diputación. Con él, Epremasa se compromete a habilitar en el entorno del Pantano unos contenedores para la retirada y eliminación del siluro. Como complemento a este acuerdo, se ha entregado a los pescadores un lote de bolsas de restos para transporte de material orgánico. De esta forma, según explica la concejala de Medioambiente, Ana Lazo, se ayuda a estas personas a trasladar los ejemplares que cojan hasta esos contenedores.

La aportación inicial es de 45 bolsas, de dos tamaños. Son sudarios, donde caben los siluros, que, como recuerda Lazo, en la zona pueden sobrepasar los dos metros de longitud y los doscientos kilos de peso. No obstante, la concejala cree que la Junta debería dar un paso más si se quiere controlar la superpoblación del Pantano. Se trata de una especie invasora procedente de la cuenca del Danubio, en Centroeuropa. En su día se introdujo en el embalse de forma ilegal y aquí tiene un entorno y una temperatura ideales para desarrollarse. No se actuó en su momento y ha ido creciendo hasta convertirse en un depredador que está acabando con los peces autóctonos.

Los sudarios se han entregado a la Asociación Medioambiental de Pescadores del Pantano de Iznájar “Lago de Andalucía” (Amapila). Su vicepresidente, Rafael Serena, ha agradecido al Ayuntamiento de Rute que sea “la única entidad” que les ha ayudado. Según ha explicado, estas bolsas les sirven para transportar los ejemplares dentro del “estudio de cata” que están haciendo en colaboración con la Junta de Andalucía. Con los bajos niveles del Pantano, cuando pescan un siluro han de meterlo en sus propios vehículos y llevarlo a los contenedores, con la suciedad que generan.

También están colaborando con la Universidad de Córdoba (UCO), para una actuación más coordinada. Fuera de esos acuerdos, insiste en que la pesca del siluro es ilegal. Tan sólo, algunos miembros de la asociación están autorizados a estas catas para intentar controlar el problema, cuya dimensión es “mucho mayor” de lo que se cree. Asegura que el Pantano “está infectado” y a lo máximo que pueden aspirar es a controlar esta superpoblación. Pero, como ha insistido en otras ocasiones, a estas alturas y en un medio acuático es “imposible volver a la situación cero”.

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