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La tradición tiene su origen a mediados del siglo XIX, se perdió en los años 6 del XX y se recuperó en la pasada década
El pasado 18 de junio se celebraba en el Barrio Alto de Rute la Octava del Corpus. Como viene ocurriendo desde que se recuperó esta tradición en 2014, esta procesión del Santísimo Sacramento tuvo lugar al domingo siguiente al Corpus Christi y entre el cortejo estuvieron las cofradías adscritas a la parroquia de San Francisco de Asís. Además, se contó con el acompañamiento de la charanga Los Pinonos. De esta forma, se cumplió el objetivo original con que se instauró esta celebración en España, que era el de pasar por lugares los que la procesión ordinaria del Corpus no llegaba.
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En Rute, la tradición se remonta a mediados del siglo diecinueve. En concreto, los estatutos de la cofradía de la Virgen de la Cabeza, ratificados en 1860, establecían, entre otros puntos, que ésta se encargaría de organizar la Octava del Corpus. De hecho, el entonces denominado “Domingo Octavo” recorría el antiguo itinerario de la procesión matinal de la Morenita. La festividad dejó de celebrarse a finales de la década de los 60 del siglo XX. Se recuperaría coincidiendo con el 125 aniversario de la parroquia y a raíz de que la junta de Gobierno de la cofradía solicitara al Obispado la concesión del título y carácter Sacramental. Ese título incluía volver a organizar la Octava del Corpus, que ha continuado desde 2014, con el paréntesis de los años de pandemia.
En esta etapa actual, el recorrido se centra en los alrededores de San Francisco. Junto a su fachada principal se creó una alfombra de serrín coloreado. Además, a lo largo del trayecto había un total de cuatro altares, dos elaborados por particulares y otros dos por la cofradía de la Virgen de la Cabeza y la de Jesús de la Rosa, en sus respectivas casas de hermandad. El primero estaba presidido por una imagen de la Virgen de la Encarnación que hay en la ermita de San Pedro, y el segundo por las imágenes de San Nicolás de Bari y Santa Margarita María Alacoque.
