La comida de hermandad supone el punto álgido de la Semana del Mayor

  • Durante esta jornada de convivencia entre las personas de la tercera edad, se reconoció al matrimonio formado por Antonio Molina y Carmen Aguilera

Como cada año desde hace diecinueve ediciones, la comida de convivencia ha marcado el punto álgido de la Semana del Mayor. Como también es habitual, llegaba en pleno ecuador de estas jornadas de actividades para disfrute y reconocimiento de las personas de la tercera edad. El programa, de hecho, sirve para poner en valor la aportación de este colectivo a la sociedad y, por eso mismo, respetar a sus integrantes en esta etapa de sus vidas. De ahí que desde hace casi dos décadas se celebre con esta iniciativa el nombramiento en 1990 por parte de la ONU del 2 de octubre como Día Internacional de las Personas de Edad. En Rute, dicha efeméride se celebra desde 1990, con ese variado programa de actividades durante la primera semana completa del mes.

La inauguración, el lunes en el centro de mayores del Hogar del Pensionista, contó con la actuación de Isabel María España. La cantante repetiría en la tarde del martes durante la convivencia en la Residencia de Ancianos Juan Crisóstomo Mangas. Antes, por la mañana había tenido lugar el encuentro deportivo de petanca y senderismo en el Paseo del Fresno. A primera hora del miércoles los mayores partían de Rute a Sevilla. Según la concejala del Mayor, Ana Barea, en la capital hispalense pudieron ver a la Macarena o la catedral. El colectivo estuvo acompañado de la propia Barea y del alcalde David Ruiz, presente en buena parte de las actividades. También acudirían a la comida de convivencia en el restaurante El Vado, posterior a la misa en memoria de las personas mayores fallecidas en el último año.

Junto a ambos, en esta comida estuvieron otros representantes municipales, así como la diputada de Derechos Sociales, Irene Aguilera. En su opinión, hay que poner a estas personas “en el centro de todo”, cuidarlas porque “nos han dado todo lo que tenemos”. A nivel provincial, recordó que la Diputación cuenta con dos programas el de Envejecimiento Activo y el de Participación Social, que permite estas actividades para “disfrutar de la vida”. David Ruiz ahondó en esa idea de devolver a los mayores todo lo que han hecho y mantenerlos activos.

Como también es costumbre, la comida de convivencia incluyó un pequeño homenaje a una pareja de trayectoria ejemplar. En esta ocasión, el matrimonio elegido ha sido el formado por Antonio Molina y Carmen Aguilera, que llevan “toda una vida” casados, nada menos que 57 años. Los dos confesaron con emoción que no se esperaban este reconocimiento. El presidente del Hogar del Pensionista, Antonio Guerrero, señaló que son dos personas que “muy integradas” en el centro de mayores, participando en todas las actividades que se ofrecen.

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