María Asunción Mateos en su libro “Mi vida con Alberti” recoge la relación del poeta con Rute y Pascual Rovira

  • Según la autora, Rafael Alberti se mostraba encantado con las visitas de Pascual Rovira con quien compartía los recuerdos de su juventud y su estancia en Rute

María Asunción Mateo junto a Pascual Rovira en la casa que compartió junto a Alberti en Cádiz

En septiembre ha salido a la luz el libro titulado “Mi vida con Alberti (Para algo llegaste, Altair)”, que ha escrito la viuda del poeta de la generación del 27. Se trata de un libro de memorias publicado por la editorial Benirice, en el que María Asunción Mateo relata su vida junto a Rafael Alberti, fallecido en 1999. “Altair” es el nombre con el que el autor del Puerto de Santa María llamaba en sus poemas a la que fue su compañera y esposa durante casi veinte años. Según Mateo, el libro es producto del deseo de este escritor gaditano de plasmar su historia de amor. Con esta publicación, María Asunción también ha querido ajustar cuentas con quienes ponían en duda su “cordura, honor, valía intelectual y el amor” hacia su marido.

Pascual Rovira y su esposa Quisca Caballero con Alberti en uno de sus encuentros
  • Según la autora, son unas memorias producto del deseo de plasmas su historia de amor

Igualmente, es un volumen que incluye un pasaje en el que la escritora recuerda la relación de Alberti con Rute, con Pascual Rovira y con la Asociación de Defensa del Borrico, Adebo. María Asunción Mateo cuenta que Rafael se mostraba encantado de que les visitara Pascual Rovira, con quien compartía los recuerdos de su juventud y de su paso por Rute. Mateo asegura que Pascual era la persona idónea para despertar en Rafael gran simpatía, considerándolo un “ser visionario, sensible y una persona entregada en cuerpo y alma a la causa animalista de cuidar y proteger los burros contra su extinción. Para Mateo, su tierna locura por los burros convierte a Pascual en un ser singular, en un apóstol moderno, como lo definió Rafael.

Alberti vivió en Rute durante los dos largos inviernos de 1925 y 1926 en la casa de su hermana en la calle Toledo. Fue en este pueblo de la Subbética cordobesa donde comenzó su incipiente producción liberaría y también fue el lugar en el que conoció la noticia de haber recibido el Premio Nacional de Poesía por “Marinero en tierra. Los personajes ruteños en los que se inspiró aparecen descritos en su primer libro de memorias, titulado “La Arboleda Perdida”. También en Rute comenzó a escribir su segundo libro, “El alba del alhelí”, donde refleja el paisaje andaluz, los olivos, los pastores o la cal de las casas blancas de esta villa cordobesa. Además, de su paso por la localidad quedan la correspondencia que mantuvo con sus compañeros de la Generación del 27, como Federico García Lorca Emilio Prados, o con poetas de más edad, que eran sus referentes vivos, como Juan Ramón Jiménez.

Tras su exilio en el extranjero durante más de cuarenta años, huyendo de la represión franquista, Alberti regresó a España. En agosto de 1976, un grupo de jóvenes de Rute organizó una semana cultural en homenaje a su figura. Sin embargo, fue en 1990, de la mano de Pascual Rovira, cuando se reencontró con Rute y su juventud. Hasta aquí llegó para ser nombrado arriero de honor de Adebo y bautizar a su burrito “Carabina”. Desde ese momento, se gestó una entrañable amistad entre Rovira y el matrimonio, que mantuvo hasta su muerte.

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