El aceite Conde de Mirasol alcanza el top 10 de la guía Evooleum

  • Los AOVE de la Subbética triunfan al incluir cinco marcas, dos de ellas de Rute, entre los diez mejores del mundo

Alfonso Gordon y Francisco Trujillo, responsable y gerente de Conde de Mirasol, ven cómo su aceite cada vez es más reconocido

 Alfonso Gordon sobre los nuevos premios de Conde de Mirasol

Recurriendo a un término tan usado en el sector olivarero, el aceite Conde de Mirasol sigue cosechando premios y reconocimientos. Si a primeros de marzo entraba en el top 20 de la guía IberÓleum, de forma consecutiva a mediados de mes ha recibido dos distinciones más. Evooleum, una de las guías de referencia a nivel internacional y considerada en España la más importante del sector, acaba de incluirlo en su top 10 de los mejores aceites de oliva virgen extra (AOVE) del mundo. A este dato, Alfonso Gordon, responsable de la firma, añade otro no menos destacado. De nuevo Conde de Mirasol es elegido como “mejor aceite hojiblanca no ecológico del mundo”.

Prosigue el camino que esta empresa con sede en el Molino Nuevo de Rute se marcó hace unos años hacia un objetivo claro: ser el mejor aceite del mundo. Desde que fue laureado por primera en Terraoliva 2016, no han parado. En vísperas del top 10 de Evooleum, la Diputación lo distinguía en los Premios Mezquita con el galardón de Gran Medalla de Oro y el premio al mejor hojiblanca del certamen. Así pues, la lista de reconocimientos no se acaba ni siquiera en una temporada en que la cosecha ha estado condicionada por la escasez de lluvias en otoño. Gordon aclara que, en compensación, “ha favorecido el estrés hídrico del árbol y una mayor intensidad”. Con todo, matiza que no hay una fórmula infalible que garantice que menos cosecha implica más calidad.

Si bien puede sorprender la catarata de premios que se han sucedido en poco más de dos años, el responsable de Conde de Mirasol asegura que lo intuía por la labor previa. Y es que, antes de poner el aceite en el mercado, hubo un trabajo de cinco años en la sombra, esperando “agazapados” la calidad que buscaban desde el principio. Tiene claro que el aceite depende mucho del suelo y de la climatología, pero la mano humana puede mermar esa calidad. Por eso, la máxima de la casa es que el aceite “en la aceituna es perfecto, pero el hombre en su proceso puede estropearlo”. No se puede mejorar lo que hay en la aceituna, “pero se puede salvaguardar”, cuidando cada detalle.

Por lo que se refiere a la tierra, la de la Subbética parece idónea. Hasta cinco firmas de la comarca han entrado en ese top 10 de Evooleum. Junto a Conde de Mirasol, otra de las elegidas es de Rute, LivesOlives, de Sánchez Fernández S.L. Aparte del terreno y la climatología, cree que hay otro factor determinante: la gente. En su opinión, la presencia de esos cinco aceites entre los diez mejores, y además tan variados, demuestra que hay “pasión” por el cultivo. Está convencido de que ha confluido un grupo de gente “apasionada por el aceite, comprometida por su calidad y que quiere hacer bien las cosas, ayudándose como pueden unos a otros”.

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