La lluvia desluce el comienzo de la Semana Santa en Rute

  • El aguacero impidió el Vía Crucis del Viernes de Dolores y la salida de la Borriquita, y obligó a la cofradía de la Vera Cruz a regresar antes de tiempo

 

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Se cumplieron los presagios que temían las cofradías de Pasión. La Semana Santa no pudo empezar en Rute de peor manera para estas hermandades. La lluvia que se había anunciado ha condicionado el programa desde el Viernes de Dolores y hasta la tarde del Domingo de Ramos. Las cofradías más damnificadas han sido las del Abuelito y la Borriquita, pero la de la Vera Cruz tampoco se libró. Aunque no es una procesión en sí, la antesala la marca en la noche del Viernes de Dolores el Vía Crucis del Cristo de la Expiración, de la hermandad de Jesús de la Humildad y la Soledad de Nuestra Señora. Para antes de la salida habían previsto la bendición del trono restaurado del Abuelito y el nuevo manto de la Virgen. Fue lo único que se pudo hacer. La llovizna y la neblina que cubría Rute impidieron que se desarrollara el Vía Crucis de San Pedro.

No era el único problema que se le había planteado a esta hermandad. A menos de una semana para el Jueves Santo, su presidente, Pedro Antonio Aguilera, anunció que aún quedaban por confirmar diecisiete costaleros para la Virgen. El trono de la Soledad de Nuestra Señora tiene 54 plazas. Por tanto, les faltaba por cubrir casi la tercera parte de los puestos. Acompañado del resto de la junta de Gobierno, Aguilera advirtió que si el jueves por la tarde no se habían cubierto esas plazas ninguna de las dos imágenes saldría. El comunicado que dieron ante los medios y difundieron por las redes surtía efecto en el mismo fin de semana, donde la cifra de costaleros que faltaba se redujo a la mitad. Los miembros de la cofradía confían en completar a tiempo las bajas que quedan.

Para la mañana del Domingo de Ramos, se preveía lluvia hasta mediodía. La incógnita era si pararía antes de la salida de la Borriquita, a las doce. La esperanza para la cofradía era que algunos pronósticos apuntaban que despejaría. Poco antes de la hora señalada, el presidente José Manuel Molina subió al altar de Santa Catalina para informar de que a las doce y cuarto se formaría el cortejo. Sus integrantes llegaron a salir. Sin embargo, cuando la imagen estaba ante el dintel de la puerta, la lluvia arreció. En vista de ello, se suspendió la estación de penitencia. Tan sólo la Banda de Cornetas y Tambores del Cristo de la Expiración, de Jaén, interpretó unas marchas dentro de la parroquia.

Lo que no se esperaba era que la lluvia siguiera por la tarde. Las primeras gotas cayeron desde que asomaron a las puertas las imágenes de Jesús Amarrado a la Columna y la Virgen de la Sangre. Precediéndolas, ha salido por primera vez el Lignum Crucis que la cofradía adquirió el año pasado. Aunque el cielo estaba encapotado, sus responsables se guiaron por los pronósticos que contemplaban la lluvia como algo pasajero. No fue así. Como prevención, se recortó el recorrido por el callejón de La Salera y la calle Del Pilar. Pero no bastó. A la altura del Círculo de Rute el chaparrón cayó con más fuerza. Sólo el trono del Cristo llevaba plásticos para cubrirlo, pero no el de la Virgen. A marchas forzadas tuvieron que volver y secar los tronos antes de que sufrieran más deterioro.

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