Cultura en tiempo de pandemia

Estimado lector, una de las consecuencias directas de la pandemia, además de otras aún más tristes conocidas por todos, es el detrimento de la cultura. La imposibilidad de realizar muchas actividades por control de aforo, la falta de subvenciones e incluso el desánimo está afectando duramente a este sector. No obstante, en esta ocasión debo hacer eco de una actividad que ha sido una auténtica sorpresa para todos y merece reconocimiento, se trata de la exposición “Máscaras, Mascarones y Mascarillas”, organizada y potenciada por dos jóvenes ruteños.
Ya hemos hablado en muchas ocasiones sobre el carnaval ruteño y el peso que tiene en nuestra idiosincrasia.Sin embargo, hasta ahora nunca se había “institucionalizado”, es decir, nunca se había valorado como un fenómeno cultural con su propio recorrido histórico. La exposición se organizaba a través de una serie de fotografías, textos e iconos carnavalescos que se dividían en una serie de estaciones esparcidas por todo el pueblo, principalmente en rincones con cierta relevancia carnavalera. Otra de las características más destacadas de esta exposición es la introducción de la ciudadanía como medio expositivo, debido a que desde la organización solicitaron instantáneas que ejemplificaran las características de nuestro carnaval; activando a través de todos los medios sociales nuestra conciencia carnavalera, la cual creo que en estos tiempos, es necesaria. Como hemos visto se trata de una actividad muy positiva, capaz de sacar alguna que otra sonrisa y enorgullecernos de nuestras fiestas, no obstante, debemos comentar ciertos actos vandálicos que pueden provocar desgana a la hora de seguir planteando actividades como estas. En definitiva, algunos de nosotros no sabemos ni valorar, ni cuidar las iniciativas más generosas.
A pesar de las críticas, sin sentidos y demás aspectos que mejor no ahondar, desde la perspectiva patrimonial la exposición ha sido un éxito. Una novedad que seguramente genere envidia en otros municipios; ya que la originalidad era patente y bastante ilustrativa. Una de las características que siempre he intentado exponer de nuestro carnaval es la espontaneidad, esta emana de nuestra misma idiosincrasia, siendo relativamente fácil encontrar el momento oportuno para “armar la murga”, sin necesidad de contar con organización institucional. Ejemplo de todo esto es la exposición que estamos reseñando, ya que, partía de una idea particular que finalmente el ayuntamiento ha apoyado, haciendo partícipe a todo el pueblo. Un año más, podemos seguir diciendo orgullosos que en Rute ha habido carnaval, aunque haya sido un poco distinto, pero hemos seguido aportando un granito de arena al gigantesco montículo que es el Carnaval de Rute. Sigamos cuidando y mimando nuestras tradiciones.

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