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Los problemas de suministro eléctrico continúan produciéndose a diario en el Barrio Alto de Rute y poco a poco los vecinos se enteran de nuevas calles afectadas
Cada vez son más las calles y, por tanto, las personas afectadas en el Barrio Alto de Rute por los cortes diarios de luz. Las primeras viviendas donde empezaron a sufrir estos cortes fueron las de las calles Fresno y Colón. Pero poco a poco se han ido propagando por las zonas aledañas. Las incidencias se remontan a más de un año atrás, pero se han intensificado con la llegada del frío. Desde el otoño pasado se han sucedido las reclamaciones a Endesa y las reuniones de los vecinos a nivel municipal. Sin embargo, el problema persiste, agravándose de hecho. En vista de que la solución no llega, han decidido manifestarse masivamente para hacerse ver. Cerca de doscientas personas se han concentrado en el Paseo del Fresno.
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En nombre del grupo, Mariano Ramírez, que vive en la calle Colón, recuerda que las soluciones hasta la fecha han sido “circunstanciales”. Ahora la situación se ha hecho “insufrible”, porque cada vez son más las zonas donde se producen estos cortes en el suministro. En ocasiones, son de apenas unos segundos, pero por lo general se prolongan entre una hora y media y dos. Como afecta a más y más viviendas, la asociación de vecinos Fresno-Colón se ha quedado pequeña y ha habido que improvisar casi de un día para otro una plataforma que englobe al resto de perjudicados.
Justo al lado de su bloque de pisos tiene Juana Piedra un horno de pan. Recuerda que los primeros cortes tuvieron lugar a finales de 2022. Entonces eran pocas casas y ocurría de forma “esporádica”. Pasado aquel invierno, la situación se normalizó hasta que en verano, con el calor y el mayor uso del aire acondicionado, volvieron a aumentar. El otoño trajo una nueva tregua a una problemática que se ha recrudecido con la entrada del frío. Tanto cuando los cortes eran más intermitentes como ahora, que son continuos, se ha puesto la reclamación pertinente cada vez que se va la luz. Hasta el momento, no ha recibido ninguna indemnización. No le ha quedado más remedio que instalar un generador que permita mantener el negocio y dar el servicio.
En similar situación se encuentra José Manuel Molina, gerente de Destilerías Raza. Los cortes han llegado a paralizar la producción en plena campaña de Navidad, ya que no sólo tienen lugar de noche. Como subraya, en esos momentos se intenta hacer cualquier tarea pendiente que no requiera luz, pero casi todo el trabajo de una destilería precisa de electricidad. Esta destilería ruteña ha sido una de las afectadas recientemente, lo cual confirma que estos episodios se están expandiendo por buena parte del casco urbano de Rute.
Si es un daño considerable para las tareas diarias o para las empresas, más delicado aún resulta para personas con problemas de salud que necesitan de un concentrador de oxígeno. Es el caso de la esposa de Sebastián Ruiz. Según ha manifestado este vecino, su mujer ha de utilizar “las 24 horas” este concentrador, y por el trabajo de él pasa mucho tiempo sola. A su dificultad respiratoria se suman sus deficiencias de visión, de modo que si se va la luz de noche y no hay nadie más en casa todo se complica. Aunque estos aparatos pueden funcionar sin corriente durante un tiempo limitado, a menudo comprueban alarmados cómo la autonomía del concentrador está a punto de acabarse antes de que se reestablezca el suministro.
A nivel municipal, desde el Ayuntamiento se han trasladado numerosas quejas. El alcalde David Ruiz ha asegurado que el delegado de zona se ha comprometido a tratar el asunto y le ha adelantado que tienen pendiente instalar una nueva línea. Ello indica que en la compañía son conscientes de que la instalación es deficitaria. Ruiz apunta que el representante no le ha confirmado tal extremo, por más que resulte evidente que cuando aumenta el consumo el servicio falla.
Molina recuerda que, además de que pagan como cualquier vecino, el suministro de luz “es un derecho”. El empresario lamenta que los responsables de Endesa prefieren enviar a un técnico cada vez que hay una avería en lugar de mejorar la instalación, pese a que ello supone quedarse dos horas sin suministro. Junto a las medidas colectivas, han optado por elaborar un informe cada vez que se corte la luz, desde la hora en que ocurre hasta que se reestablece, hacer una evaluación de pérdidas y enviarla a Endesa y a la Oficina del Consumidor.