Un taller asesorará a los familiares de personas enfermas de cáncer

  • Surge a raíz de la propuesta que hicieron los propios enfermos en un taller similar llevado a cabo el año pasado por la Junta Local de la AECC

El psicólogo Francisco López será de nuevo el monitor de estas sesiones gratuitas

Convocatoria para sesion informativa para familiares de enfermos de cáncer

La Junta Local de la Asociación Española Contra el Cáncer ha convocado a familiares de enfermos a una sesión informativa inicial. Tendrá lugar el 10 de abril en la sede de los Bajos del Mercado. Sería la primera toma de contacto para un taller gratuito dedicado expresamente a los familiares. La intención es formar un grupo de apoyo que se reuniría en seis sesiones posteriores, los miércoles de siete y media a nueve de la tarde. Según explica una de las voluntarias de la Junta Local de Rute, Victoria Garrido, surge a raíz de otro taller similar que tuvo lugar el año pasado. Entonces se centró en los propios pacientes, con una serie de pautas para ayuda psicológica para afrontar la enfermedad. Fueron éstos quienes sugirieron que se hiciera otro con los familiares.

  • Hay que ayudar al familiar a ayudar y comunicar, para que no le invada una sensación de impotencia

La anterior presidenta de la directiva, Juana Serrano, añade que la creación de este grupo de apoyo forma parte de las actividades de aniversario. En 2019 se cumplen 25 años de la creación de la Junta Local de Rute. Según ha adelantado, más que en actos de celebración, se va a reforzar la labor de información y sensibilización. Así, está previsto un taller de biodanza, así como varias charlas de médicos y profesionales.

Como el taller del año pasado, éste estará impartido por el psicólogo clínico Francisco López. Según ha indicado, parte de unas líneas básicas a las que suma las demandas de los participantes y él sería “un facilitador de la comunicación”. López confirma que, cuando la enfermedad aterriza en una casa, las hospitalizaciones, el sufrimiento o los miedos o la ansiedad suponen “un impacto, no sólo para el propio enfermo”. Hay que ayudar al familiar “a que sepa ayudar, comunicar”. Saber qué decir es uno de los puntos “más delicados”. Lo ilustra con un ejemplo que comprobó el año pasado. A menudo, el enfermo se plantea por qué quienes tienen alrededor no le preguntan qué necesita.

En efecto, el familiar no sabe muchas veces qué hacer, y experimenta emociones de ansiedad, tristeza o impotencia. Aunque sean inevitables hay que añadir sentimientos más positivos, como el de esperanza. Con frecuencia, se comparten emociones, pero no siempre son las mismas ni se viven de igual forma. Incluso se dan casos en que los pacientes están “más enteros” y lo llevan mejor que quienes les rodean, que acaban más derrumbados “y hay que ayudarles emocionalmente más”. El familiar puede sentir más impotencia si ve que el enfermo podría cuidarse más. En cualquier caso, no pierde de vista que nadie sabe cómo reaccionaría, salvo quien ya ha pasado por esa situación.

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