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Ha sido la incidencia más llamativa en Rute, donde también se han registrado varios casos de desprendimiento de ramas de árboles en el casco urbano
Como en muchos otros lugares, la meteorología y el temporal han dejado su huella en Rute con las dos borrascas que se han sucedido casi de forma consecutiva en octubre. Aún con los ecos de la primera, “Aline”, la lluvia no registró la fuerza de otros lugares. No obstante, a última hora de la noche del jueves 19 la Policía Local comunicaba en sus redes que a las ocho de la tarde una llamada había alertado de un árbol caído en el punto kilométrico 0,3 de la carretera A-344, en la salida de Rute hacia Encinas Reales, muy cerca de la urbanización de Pontanilla-Vaquerizas.
- El viento ha arrancado y derribado muchas ramas de árboles tanto en el casco urbano como en la sierra, cerca de la reserva de Adebo
Como consecuencia de la tromba de agua, el árbol se había partido, invadiendo los dos carriles. Los agentes se trasladaron a la zona y avisaron Conservación de Carreteras y Bomberos para proceder a retirarlo. Mientras, se reguló el tráfico en el lugar. Finalmente, gracias a la colaboración de un vecino que acudió con su tractor, se pudieron agilizar las tareas y se retiró el árbol. La zona fue señalizada con conos para dejar la vía transitable a falta de su limpieza total y profunda el viernes.
Apenas tres días después, tras la jornada de transición del sábado, la segunda borrasca, “Bernard”, hizo que el viento se desatara durante toda la tarde-noche del domingo. La principal incidencia se registró en la calle Portugueses. La caída de un tejado de chapa desde una azotea causó daños severos en una fachada y en dos vehículos que había estacionados en la vía pública, aunque, afortunadamente, sin ninguna persona en su interior. De inmediato, se movilizó la Policía, a la espera de la llegada de una dotación del Parque de Bomberos de Lucena que estaba atendiendo otro aviso previo. El episodio obligó a cortar el tráfico hasta última hora de la noche, a la espera de retirar definitivamente los restos de chapas y escombros.
Si bien fue el suceso más llamativo, los desprendimientos de ramas de árboles se sucedieron en numerosos puntos del casco urbano, como en el Parque Nuestra Señora del Carmen o la Ronda del Fresno. Más aún se dejó sentir el viento en la sierra, hasta el punto de sembrar la lógica inquietud en la reserva de burros de Adebo, por la seguridad de los animales. Asimismo, la Policía ha informado del hundimiento de un tramo en el callejón situado entre la prolongación del Paseo del Fresno y la calle Del Hacho, junto a la barriada de Los Pinos. Se trata de una zona que estaba muy deteriorada, de modo que se ha resentido con la lluvia de la pasada borrasca. También en este caso ha habido que cortar el tráfico y hacer desvíos provisionales.
