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La jugadora de Club Deportivo Volante Rute conquista el oro en individual y en dobles mixtos, junto a Guillermo Muñoz, en la cita nacional celebrada en Oviedo
Diego y Sara Arenas valoran los dos oros de la ruteña en el Campeonato de España de Bádminton
El bádminton ruteño sigue en el candelero, acumulando títulos e incrementando un palmarés que lo consolidan como deporte de referencia local. El colofón a otro año memorable lo ha puesto el Club Deportivo Volante Rute, y más en concreto su mayor activo, Sara Arenas. La joven jugadora ha conquistado dos oros en el Campeonato de España Sub-13, disputado en Oviedo del 15 al 17 de diciembre. Sara se ha proclamado campeona en individual y en dobles mixtos. En este caso, lo hizo con Guillermo Muñoz, de C.B. La Encina, de Villanueva de Córdoba. No es la primera vez que forman dupla, pero desde primera hora tanto ellos dos como sus respectivos técnicos vieron la compenetración con que se entendían y complementaban en la pista.
La jugadora y su padre y entrenador, Diego Arenas, habían preparado con mimo esta cita. Como piedra de toque, dos semanas antes había acudido a Granollers. La localidad catalana acogió estos mismos campeonatos para sub-15. Sara subió de categoría para poder formar dupla con su hermano Diego y, aunque no tuvieron opciones de podio, a ella le sirvió para “foguearse” antes de ir a Oviedo. Con ese bagaje, ella y su padre hicieron escala en León para no acumular más cansancio.
- A medida que avanzaba el torneo, Sara mejoró su juego y no se conformaba sólo con estar en el podio
En lo deportivo, estudiaron con calma dónde convenía concentrar los esfuerzos. Sara podría haber competido en individual, dobles mixtos y dobles femeninos. Sin embargo, desecharon esta opción. Podría haber simultaneado tres competiciones, con el riesgo de que los metales obtenidos fueran de menor valor. Padre e hija apostaron fuerte y la jugada no les ha podido salir más redonda. Aun así, Sara ha tenido que disputar doce encuentros en apenas dos días y medio, seis por modalidad, pese a que en ambos casos contaba con un “bye” o exención.
La mayor concentración de encuentros se dio entre el viernes y el sábado. Durante esos dos días, alternaban los encuentros en solitario o con Guillermo Muñoz. En un caso y en otro, tuvo que superar dos semifinales de lo más exigente. Sobre el papel, las mejores raquetas eran las que esperaban en las finales del domingo. En la práctica, ese día resolvió sus encuentros en dos sets, mientras que las semifinales tuvieron que decidirse en una tercera manga. En individual, además, se sacó la espina de llevarse el oro ante la gallega Xulia Otero, a la que nunca antes había ganado.
A la última jornada llegaba con la tranquilidad de haberse asegurado al menos dos platas. Diego y ella se habían fijado como objetivo mínimo unas semifinales que garantizaran un par de bronces. No obstante, una vez afianzado el podio, confiesa que salió a relucir la vertiente competitiva y su lado más inconformista. Primero, no se resignó a meterse en las finales y después no se conformó con el subcampeonato. Eso sí, “desde la banda” su padre notó que conquistar primero el oro en dobles le dio a su hija y pupila cierta tranquilidad. Conforme el torneo había avanzado, Sara había ido desplegando todo su potencial hasta culminar ofreciendo su mejor versión.
De esta forma, Sara Arenas se suma a una lista de honor en la que figuran paisanas como Candela Arcos, María de La O Pérez o María Luisa Jiménez. Y es que un pueblo como Rute puede presumir de contar con cuatro campeonas de España de bádminton. Como ocurrió con sus predecesoras, aún no se sabe dónde está su techo y cuál es su margen de crecimiento como deportista. Su padre avanza aspectos a pulir, desde el juego en sí a saber “leer” los partidos de inmediato. Son detalles que se pueden corregir a base de experiencia. De momento, toca descansar y disfrutar de lo logrado. Sara y Club Deportivo Volante no han podido poner mejor broche a 2023.