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Catorce alumnos de cuatro países han visitado la localidad como parte de este programa de movilidad europea
El pueblo de Rute, y más concretamente su instituto, se ha convertido en uno de los principales receptores de estudiantes extranjeros. Si a principios de año, el IES Nuevo Scala recibía la visita de una veintena de alumnos procedentes de Martigues (Francia), estos días el pueblo ha acogido a catorce alumnos. Han venido acompañados por nueve profesores, procedentes de cuatro países europeos: Italia, Grecia, Polonia y Portugal. Se trata de la última parte del programa de movilidad Erasmus+, que también llevó a algunos estudiantes ruteños a visitar esos países. Como destacó Juan José Caballero, director del IES Nuevo Scala, este tipo de proyectos, al que el centro se suma por segunda vez, benefician a los estudiantes gracias al contacto con otras formas de ver y entender el mundo.
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Durante cinco días, los estudiantes extranjeros han convivido con sus homólogos ruteños y han participados en distintas actividades, como una yincana en la localidad de Iznájar. Además, han visitado los museos del municipio y distintos puntos de la comarca y han tomado parte en varios talleres. Los resultados de esta convivencia se plasmaron el pasado martes en el Centro Cultural Rafael Rodríguez Simancas, donde nativos y extranjeros expusieron los trabajos que habían desarrollado en los distintos talleres. En palabras de Jonathan Oliva, coordinador del proyecto y profesor de Francés en el IES Nuevo Scala, estos talleres han permitido que “todos aprendan de todos” y que las diferencias que pudieran existir entre los participantes “queden en la nada”.
La idea principal del proyecto Erasmus+ es que los estudiantes sepan que “todos fuimos, somos y seremos migrantes”, como reconoció Oliva antes de comenzar el acto de despedida. El propio Oliva ejerció las funciones de maestro de ceremonias, con la ayuda de Salvador Ferreira en el papel de traductor al inglés. El coordinador fue presentando a los distintos trabajos, todos ellos vertebrados por esa visión cosmopolita que protagoniza al proyecto de movilidad. Así, por ejemplo, los participantes del taller artístico, presentaron un mural en el que se mostraba la ciudad de Nueva York, mientras que los responsables del taller musical interpretaron la canción “Imagine”, de John Lennon. En palabras de Oliva, este tema supone la “canción del migrante”. No en vano, entre sus versos se puede escuchar al que fuera miembro de los Beatles imaginar un mundo donde no existen los países.
En relación con esto, la fiesta de despedida contó con la participación de la escuela de danza de Rute o la guitarra y el cante de Salva Ramírez y Kiko Roldán. Entre todos, consiguieron levantar al público de sus asientos y que, independientemente de su lengua materna, bailasen al ritmo de su música.