Estimado lector, nos encaminamos hacía el final de este año 2023. Como habitualmente venimos haciendo, pretendo realizar un pequeño resumen patrimonial sobre este curso, con el fin de ofrecer una perspectiva general sobre el impacto de este ámbito en nuestro pueblo. En líneas generales, y a modo de spoiler, la situación no ha mejorado significativamente, no obstante, comenzamos a tener progresos.
El hecho más significativo de este año 2023, es la finalización de los trabajos de restauración de la Torre del Canuto y su ámbito inmediato. Sinceramente, y a pesar de las críticas que ha despertado, creo que ha sido un trabajo soberbio que nos ha permitido recuperar este emblema. Ciertamente, las tareas de difusión de esta labor dejan mucho que desear, principalmente debido a que no se ha implicado a la población, lo que ha provocado que ni los mismos ruteños sepamos con exactitud como se han llevado a cabo; una revista mal editada, videos de Youtube y publicaciones en Facebook no son medidas eficaces para estos casos, hay que ver sobre el terreno. En segundo lugar, el descubrimiento de pinturas rupestres en una cavidad de nuestra localidad, por el equipo de GAIA, nos ofrece una pequeña ventana al potencial arqueológico de Rute. Sobre este suceso, al igual que un conjunto de hornos romanos en perfecto estado de conservación, se pretende dar conocimiento mediante una publicación, que pronto verá la luz, al igual que un ciclo de conferencias como en ocasiones anteriores. Desde GAIA estamos muy satisfechos con la implicación de los ruteños en nuestro proyecto de investigación y difusión sobre Rute, creemos que el esfuerzo merece la pena a pesar del escaso interés que despierta en nuestra clase política.
En cuanto a los aspectos negativos seguimos contando con varias reivindicaciones históricas que parecen no tener solución, al menos a corto plazo. En primer lugar, el estado deplorable que presenta nuestro querido Rute Viejo, que languidece a expensas de que algún día se apoye decisivamente su estudio y restauración; caso parecido ocurre con la Torre de Zambra. Hace unos meses, entorno a primavera, denunciamos el expolio que sufrió el yacimiento de Isla Mezquita, que emergió parcialmente debido a la actual sequía. Este ejemplo nos debe hacer pensar sobre la necesidad de recuperar la máxima información, con el fin de evitar el saqueo y destrucción de nuestro patrimonio histórico. Sobre el Museo arqueológico/histórico/etnológico de Rute, no tenemos noticias de interés salvo la necesidad que supone el no contar con uno. Considero que es un proyecto que podría salvar varios frentes, al servir como dinamizador tanto turístico como patrimonial. Llevamos diciendo mucho tiempo que nuestra oferta turística, que prácticamente es privada, necesita de la intervención pública para evolucionar hacia un modelo, que genere beneficios anuales y a todos los estratos. Por último, desde estas líneas, el que suscribe, les desea Feliz Navidad y un año 2024 lleno de felicidad y de progresos, particularmente, en el ámbito patrimonial.
¡DESTACAMOS!