Los pacientes de Rute no acuden a una de cada tres citas que piden

  • Según el director del Centro de Salud, este absentismo sin anulación previa impide la atención a otros usuarios, que se suma a la saturación de otros servicios presenciales y telefónicos

Tan importante como ofrecer un buen servicio profesional es llevar a cabo una gestión adecuada y eficiente. En el ámbito de la salud, en lo referente a la atención primaria, la primera tarea depende del personal sanitario y administrativo. Para la segunda, es necesaria la cooperación de los usuarios. El actual director del Centro de Salud de Rute, Miguel Ángel Fernández, cree que la ciudadanía a veces desconoce servicios o atajos burocráticos que podrían ahorrar o acortar ciertos trámites. De elegir bien la forma de acceder a cada servicio y de respetar las citas concertadas depende mucho el funcionamiento adecuado del centro. En este sentido, el índice de absentismo en las citas del Centro de Salud de la localidad oscila “entre el 28 y el 30%” mensual.

  • Si el problema se ha resuelto o no se puede acudir, es fundamental anular o modificar la cita para no taponar la atención a otros usuarios

Fernández confirma que es “muy alto” y en la atención hospitalaria se multiplica. Así, en Infanta Margarita, el hospital de referencia para Rute, asegura que ese porcentaje es aún mayor. El civismo de los usuarios es clave para que reciban una atención correcta. De ahí que inste a los pacientes a que, si no pueden acudir o han resuelto el problema por otra vía, anulen o modifiquen la cita. Ello evitaría “dejar huecos” y taponar la atención a otros usuarios. Las alternativas para proceder son las mismas que para gestionar cualquier otro servicio. Lo importante es, por un camino u otro, “dejar disponible esa cita para otra persona”.

Como recuerda, las citas o cualquier otro trámite se pueden hacer a través de lo que llama “canales externos”, como los dispositivos móviles. En ellos, se pueden activar aplicaciones como Salud Responde, Clic-Salud o Salud Andalucía. No obstante, la accesibilidad al Centro de Salud de Rute es “limitada”. La idea es “aumentar la cartera de servicios disponibles”. De momento, a través de estos canales se pueden pedir citas para medicina o enfermería, que a su vez pueden ser telefónicas o presenciales, así como trámites administrativos. En este sentido, Fernández ha subrayado la importancia de tener todos los datos actualizados.

De las tres aplicaciones vigentes, la primera en aparecer fue Salud Responde, que ya permitía pedir citas. Después, Clic Salud añadió la posibilidad de acceder de forma parcial a la historia clínica del usuario mediante certificado digital. Por último, Salud Andalucía, creada a raíz de la pandemia, aglutina los servicios de todas. En cualquier caso, el director subraya que la cartera de servicios que se prestan en un Centro de Salud como el de Rute incluye diferentes perfiles profesionales: médicos, enfermeros, fisioterapeutas, auxiliares de enfermería, trabajadores sociales, celadores o el propio personal administrativo.

Con las aplicaciones sólo se puede contactar con los médicos, enfermeros y administrativos. Para el resto, habría que llamar al teléfono del centro, 957 50 69 28, o de forma presencial en el mostrador. Ahí se atienden cuestiones como la vacunación infantil, que también se quiere hacer extensiva a las APP. Aunque estos servicios aún no estén disponibles desde los dispositivos móviles, no requieren una consulta médica previa. A menudo se olvida este detalle y se entra en un proceso de “recirculación”. Así llama el director a cuando se va derivando de un lado a otro al usuario, por no haber ido desde primera hora al servicio pertinente.

De igual modo, apela a la cita telefónica, aunque sea con el médico o el enfermero, cuando se precise un informe determinado que requiere un tiempo de elaboración y no sería normal que se entregara el mismo día. La cita telefónica ya existía como recurso, pero fue a partir de 2020 cuando se normalizó, con motivo de la pandemia. Es una opción muy válida “siempre que no se requiera una exploración física”. En cambio, permite con la misma eficacia hacer un seguimiento de algo que ya está valorado, resolver dudas sobre un tratamiento ya instaurado o renovar recetas. De hecho, en ocasiones las propone el propio profesional, que será el que decida en última instancia qué tipo de atención conviene en cada momento.

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