Los cadetes del Rute Calidad se proclaman campeones de liga

  • Los pupilos de Juan Barea certificaron el título provincial tras imponerse a La Victoria en plena celebración del Día de Andalucía

Tras el triunfo ante La Victoria, los ruteños exhibieron la pancarta que les acredita como campeones

El entrenador Juan Barea y los Cadetes del Rute Calidad C.F.

En plena celebración del Día de Andalucía, el pasado 28 de febrero los cadetes del Rute Calidad tuvieron su propia fiesta particular. Esa mañana certificaban el título liguero a falta de una jornada para que concluyera el campeonato provincial. Ante un rival de nombre premonitorio, La Victoria, los ruteños se impusieron por un contundente 4-0. Los tres puntos les aseguraban de forma matemática el primer puesto al frente de la clasificación. El encuentro y el resultado final estuvieron en consonancia con la superioridad exhibida a lo largo de la temporada por los pupilos de Juan Barea. El entrenador lleva un lustro trabajando con el grueso de este grupo de jugadores. Los ha visto crecer desde alevines y sabía que tenía buenos mimbres entre manos.

Ya habían rozado en las dos campañas anteriores el éxito y, cumpliendo el tópico, a la tercera ha ido la vencida. La primera vez que acariciaron el título se les escapó por la pérdida de varios jugadores en la recta final. Menos explicación encuentran a lo ocurrido el año pasado, cuando llegaron a contar con nueve puntos de ventaja sobre el segundo. Haciendo de la necesidad virtud, Barea huyó del victimismo y usó la experiencia para que su plantilla no pecara de exceso de confianza antes de tiempo.

  • Una de las claves del grupo es que se conocen y llevan jugando juntos desde niños

El equipo ha aunado las dos premisas que marcan la filosofía del Rute Calidad. Como recuerda su presidente, Higinio Porras, la principal es que los jóvenes disfruten con el fútbol y se formen en valores. A partir de ahí, los triunfos acabarán llegando, en forma de campeonatos o de ascensos. Una de las claves está en la conjunción de la plantilla. De la veintena de jugadores que la conforman, entre 14 y 16 años, la mayoría han afrontado su segunda temporada como cadetes.

Al margen de esa homogeneidad, lo primordial es que se conocen desde niños. Muchos están juntos desde prebenjamín. Ello ha dado pie a otro aspecto fundamental. Siguiendo la tónica de hoy día en las categorías de base, todos han evolucionado del fútbol siete al fútbol once. El cambio ha incluido permutas de posiciones, de modo que Barea cuenta con una plantilla polivalente. Son varios los jugadores que, antes que por las cualidades propias, han ocupado una demarcación en función de las necesidades del equipo.

El año que viene saben que serán el rival a batir desde primera hora, algo que ya percibían en esta liga. También lo van notar en la Copa Diputación, que se disputará entre los distintos grupos de la provincia tan pronto como acabe el campeonato. Ellos van a mantener los mismos objetivos: disfrutar sin renunciar por ello a luchar por el título.

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