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Junto a otras compañeras como las de Algaidas, no se resignan a la dificultad de crear una competición y organizan amistosos para matar el gusanillo
Valoraciones amistoso de voleibol Rute-Algaidas
Cada vez que el voleibol vuelve a Rute se convierte en un motivo de alegría. Se pudo ver el primer domingo de febrero, en el partido amistoso que enfrentó a las secciones femeninas del Club Voleibol Rute al CD Algaidas. Era la “revancha” de la cita que en diciembre había tenido lugar en la localidad malagueña. Como entonces, las ruteñas se impusieron en el Pabellón Gregorio Piedra. Pese al carácter amistoso, fue un partido disputadísimo, con continuas alternativas en el marcador. Se tuvo que dilucidar en el quinto y definitivo set, que también pudo decantarse de cualquier lado.
- Desde hace unos años hay un grupo estable que entrena con regularidad y confían en que las escuelas deportivas generen savia nueva
Más allá del resultado y de la rivalidad deportiva, la fiesta fue doble, en la pista y en la grada. Hasta ese punto resulta estimulante revivir el impacto que tuvo el voleibol en Rute durante una década. Fue tal que, todavía hoy, sigue siendo el deporte de equipo que ha llevado a la localidad a un escalafón más alto. El club aglutinó de 1989 a 1999 más fichas federadas que ningún otro del pueblo hasta la fecha. Quienes vivieron en primera persona ese periplo por las principales categorías nacionales festejan como un acontecimiento el mero hecho de que haya algún partido, aunque sea amistoso.
Podrían pasar por nostálgicos de tiempos mejores, pero hay quienes atisban “brotes verdes” en el horizonte. Entre quienes aseguran que el voleibol “está de vuelta” se encuentra Carmen María Jiménez, artífice del punto decisivo contra Algaidas. Ella y Mercedes García son dos de las que han “tirado del carro” para rearmar un equipo. Si bien la pandemia frenó la recuperación en pista, los primeros pasos se habían dado con el vóley-arena. Además, esta modalidad ha permitido incorporar savia nueva.
La otra vía por la que el relevo generacional se abre paso son las escuelas deportivas. La propia Carmen María se encarga del voleibol y tiene dos grupos estables, con una docena de niñas en cada uno. Aún es pronto y haría falta afianzar la financiación, pero son la semilla de un posible equipo en el futuro, porque, como recuerda la jugadora, las que se enfrentaron a Algaidas, tienen “fecha de caducidad”. Esa semilla no es única en Rute. Carmen María Jiménez la ve germinar en otros clubes.
Más cauta, su compañera es consciente de que ahora mismo costaría reactivar una competición federada a nivel provincial, por ejemplo. Sin ir más lejos, la sección masculina tuvo que competir hace unos años en Málaga, ante la falta de equipos en Córdoba. Pero al menos no descartan mantener una dinámica de amistosos como éste o algún triangular. Para estar preparadas si la ocasión se presenta, mantienen una dinámica regular de un entrenamiento semanal. Nunca han perdido el buen ambiente y al cabo de los años estos encuentros les sirven para matar el gusanillo.