El director ha elogiado el trabajo en la organización del centro que realiza la profesora Araceli Alba
Ya se han incorporado a las aulas los alumnos del Instituto de Educación Secundaria “Nueva Scala” de Rute. Lo han hecho a primera hora los grupos de la ESO y a media mañana los correspondientes a bachiller y ciclos formativos. En principio, el curso se ha organizado con cierta provisionalidad. Ello se ha debido al hecho de que al centro le corresponde una plantilla de 62 profesores y aún faltan tres por incorporarse, uno de Tecnología y dos de Geografía e Historia. De la plantilla, más de 20 docentes son nuevos. Respecto a los alumnos, hay 748. De ellos, 467 pertenecen a la ESO, donde la ratio oscila entre 27 y 29 por clase.
En cambio, en bachillerato hay masificación, con una ratio de 36 alumnos por curso. Esto genera, en palabras del director Juan Manuel Terrón, incluso “dificultades físicas”, pues no existen aulas bien preparadas para atender a un número tan elevado de escolares. Según el director, el aumento de la ratio en los últimos años es atribuible, por una parte, a la becas de 6.000 euros que se ofrecen por hacer el bachiller. También es consecuencia de la situación socio-económica. Considera que en estos momentos el hecho de que los jóvenes encuentren con mayor dificultad un empleo hace que decidan continuar estudiando al finalizar la ESO, a pesar de no estar pensando en hacer una carrera universitaria.
En el centro cada vez son mayores los aspectos de carácter organizativo que hay que tener en cuenta. Terrón pone como ejemplo los cinco mil libros que hay encima de las mesas, gracias al programa de gratuidad, y que, por supuesto, hay que entregar a los alumnos. Ha aumentado la autonomía de los centros pero ello supone también “mayor responsabilidad” y más volumen de tareas. En este sentido, Terrón ha resaltado el trabajo “desmesurado y desinteresado” de la Jefatura de Estudios, a cargo de la profesora de Química, Araceli Alba.
Esta docente no sólo desarrolla su labor profesional de forma destacada, avalada por el número de alumnos de este centro que participan con éxito cada año en la Olimpiada de Química. Además, realiza un trabajo “imprescindible” para la organización del centro. También el derecho a la información de las familias supone una mayor implicación del profesorado y de los tutores. Igual ocurre con el hecho de contar con nuevos recursos didácticos, como la pizarra digital o material informático.
