El lucentino Antonio Montero se impuso en la prueba reina entrando con mucha diferencia respecto a sus perseguidores
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“Ya no se puede bajar el listón”. Era la frase con que resumía el presidente del Club Atletismo Rute, Manuel Rodríguez, la jornada del primer domingo de diciembre. Después, los representantes de todas las entidades implicadas suscribirían estas palabras. En su quinta edición, la carrera popular “Rute en Navidad” ha superado las previsiones más optimistas. Cerca de trescientos corredores congregó la llamada “prueba reina”. A ellos hay que sumar todas las categorías inferiores. En conjunto, cualquier estimación, por prudente que sea, sitúa la cifra global de participantes por encima de las quinientas personas. No es de extrañar que los organizadores se hayan visto desbordados. Pero, lejos de verlo como un problema, lo analizan como la consolidación de una prueba que se ha hecho un hueco por derecho propio en el calendario cordobés.
Las razones son varias, comenzando por el indudable (e incansable) trabajo del club. Tras cinco entregas, la carrera es reconocida por los aficionados. Lo es más si cabe desde que hace tres años se decidiera trasladarla al primer fin de semana de diciembre, en unas fechas tan emblemáticas para Rute por el volumen de visitas que recibe nuestro pueblo. Para terminar de convencer a los atletas, faltaba la novedad de este año, la aportación de la Diputación de Córdoba. La carrera ruteña forma parte por primera vez del circuito provincial que organiza la institución. Aparte de la puntuación para el ranking, esta colaboración conlleva dotar a la prueba de todo un sistema profesional de cronometraje para garantizar la fiabilidad de los tiempos.
Ha sido ese cúmulo de factores el que ha disparado las expectativas. La organización barajaba un tope de doscientas inscripciones para la prueba reina, que abarcaba desde la categoría juvenil a la de veteranos. Sin embargo, la demanda en los días previos fue tal que tuvieron que ampliar la cifra a 291 corredores. José Antonio Márquez, el miembro del club encargado de darlas de alta, mencionaba a gente de toda Andalucía. Al coincidir con la campaña navideña, esto supone otro revulsivo. Atrás queda el perfil del corredor que llegaba solo, acababa la carrera y se volvía a su pueblo. Ahora, vienen con la familia, y cuando termina la prueba pasan el resto de la jornada en Rute, comprando nuestros productos y comiendo en algún restaurante.
Para comprender el éxito de la iniciativa, hay que tener en cuenta dos aspectos más. Manuel Rodríguez hablaba de espíritu solidario. Esa solidaridad se extiende a todos los que participan en la organización. Así, hay que estar muy concienciado para renunciar a correr en tu pueblo. Y los miembros del club han sabido rotarse para que, según la edición, unos puedan correr y otros se tengan que “sacrificar” para estar en las tareas organizativas. Valga como ejemplo que el primer clasificado local, José Ariza, se estrenaba en la prueba. Pero también hay mucho esfuerzo común por parte de la Junta Local de la Asociación Española Contra el Cáncer. Al igual que el año pasado, deporte y salud se han dado la mano, de forma que una parte de la recaudación se destina a la Junta Local. Pero sus integrantes han devuelto el detalle. Como apuntaba su presidenta, Francisca Porras, estaban ahí “para echar una mano en lo que hiciera falta”: entregando la bolsa del corredor, preparando los bocadillos y las bebidas para reponer fuerzas o colaborando con el tráfico.
Y supervisando toda la coordinación, ha vuelto a estar el Ayuntamiento, como entidad organizadora junto con el Club Atletismo Rute. Pese a las dificultades económicas, se ha incrementado la aportación municipal. Pero sobre todo se han puesto a disposición de la prueba todos los recursos humanos, desde la cesión de equipos de sonido a la presencia de la Policía Local abriendo la carrera y cortando el tráfico en los puntos por donde pasaba el circuito. Para el alcalde Antonio Ruiz, más que por incrementar el presupuesto que maneja esta carrera popular, aunque también se deba tener en cuenta, ese crecimiento del que hablaba del presidente del club, pasa por reforzar ese trabajo común y coordinado. Por su parte, el concejal de Deportes Manuel Sánchez puso el acento en el fomento del deporte que representa una jornada como ésta. Tal y como dijo, es muy difícil que en Rute se junte tanta gente en una sola mañana. Porque, tras la prueba reina, llegaron el resto de categorías inferiores, incluida la carrera para las personas con discapacidad psíquica. Ha sido otra novedad que ha venido acompañada con la inclusión de la carrera en el circuito provincial.
En lo meramente deportivo, aparte del primer puesto local de José Ariza, el podio estuvo dominado por tres lucentinos. Entre ellos, hay un nombre llamado a sonar mucho en los próximos años en el atletismo cordobés. Manuel Rodríguez se aventura a pronosticar que sonará incluso fuera de nuestra provincia, en el ámbito regional o nacional. Se trata de Antonio Montero. Muchos aficionados locales lo conocieron en la cross popular de Llanos de Don Juan, donde se impuso con solvencia. Desde entonces se ha adjudicado varias carreras de la provincia y en Rute entró en primer lugar casi paseándose. Era su primera visita pero asegura que no será la última. No oculta que le gustan ese tipo de carreras “rompepiernas”, con subidas y bajadas, como las que depara el trazado de nuestro pueblo. También aquí el club ha acertado. Hace unos meses acordaron mantener el circuito de tres vueltas que discurre por las calles Juan Carlos I, Granada, avenida Blas Infante, Córdoba (en la travesía), Quemadores, Alambique, entrada por Fuente del Moral, calle Lucena y Andalucía. La idea es consolidarlo y que los aficionados lo conozcan. Tendrán ocasión en los próximos años. Pese al esfuerzo de las últimas semanas, el presidente aseguraba que ganas hay de sobra para seguir organizando la carrera. No pueden tener mejor motivación que la aceptación entre los participantes.
