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Llegó a principios de los años 70 y fue trasladado por el obispo en 2002, al cabo de varios meses de movilizaciones y protestas por su gestión al frente de las fundaciones locales
El pasado viernes 3 de mayo se tuvo conocimiento del fallecimiento del sacerdote Aurelio Partera, a los 87 años. Nacido en 1936 en la localidad cordobesa de San Sebastián de los Ballesteros, había sido ordenado presbítero en la parroquia de El Salvador y Santo Domingo de Silos en 1959. Licenciado en Filosofía y Letras, a Rute llegó a principios de los años 70. En 1972 fue nombrado responsable del equipo sacerdotal de Santa Catalina. También era el cura encargado de la iglesia de Nuestra Señora de Gracia en Zambra, así como párroco del anejo de los Llanos de Don Juan. En 2002 sería proclamado párroco emérito de Santa Catalina.
- Promovió la restauración de Santa Catalina y la iglesia de Zambra, pero su gestión de las fundaciones benéficas locales no estuvo exenta de polémica
Curiosamente, ese mismo año fue trasladado por el obispado, tras varios meses, desde el verano de 2001, de movilizaciones y protestas por su gestión de las fundaciones locales. Se ponía así fin a su ministerio sacerdotal en Rute y a esa gestión que, en efecto, había arrojado luces y sombras. En su haber, acometió, en colaboración con el Obispado, la restauración de la deteriorada iglesia de Zambra. Su estado ruinoso había generado malestar en los vecinos, dando pie al cese del anterior párroco de la aldea, Manuel Molina. También promovió la restauración de Santa Catalina, devolviendo a las columnas de la parroquia su aspecto original.
En cambio, su gestión al frente de las fundaciones benéficas de Rute no estuvo exenta de polémica. El malestar ciudadano cristalizó en julio de 2001 ante la posibilidad de que se implantara un monedero electrónico en el cementerio parroquial de San Cristóbal. Esa medida, que no se llegó a materializar, dio paso a una serie de movilizaciones, incluida una marcha al Obispado, que se prolongarían durante el verano. La reacción del sacerdote fue una serie de querellas, por presuntas injurias, contra un total de diez personas, que alcanzaron a los medios de comunicación locales.
Las denuncias del cura no tendrían mayor recorrido y en febrero de 2002 cesaba su labor sacerdotal en Rute. Después, sólo volvería en una ocasión en el ejercicio de su ministerio. Fue en julio de 2018, con motivo de la Coronación Canónica de la Virgen del Carmen, de cuya archicofradía había sido consiliario. Aurelio Partera falleció en su pueblo natal, donde había residido en los últimos años. El funeral tuvo lugar al día siguiente, en la parroquia de la Inmaculada Concepción.
