La apuesta por los grupos locales y la renuncia de mucha gente por cuestiones económicas a irse de vacaciones, reavivan la Feria Real de Rute

Tanto la Caseta de la Juventud como la Municipal han estado llenas en determinados momentos, como ha ocurrido con los repectivos conciertos de Yerbabuena y Trópico de Cáncer

Tanto la Caseta de la Juventud como la Municipal han estado llenas en determinados momentos, como ha ocurrido con los repectivos conciertos de Yerbabuena y Trópico de Cáncer

Terminó la Feria Real de Rute 2012. La Orquesta Luna y el grupo local Trópico de Cáncer echaban el cierre a una edición marcada por una notable afluencia de público, en líneas generales. Desde luego, ha sido mayor la presencia de gente que en otros años. No deja de ser curioso, y paradójico, que cuando la crisis ha sido más acuciante y el propio Ayuntamiento ha tenido que ajustar el presupuesto, la respuesta se haya multiplicado. Por una parte, la idea de los mismos feriantes de adelantar el “día del niño” a la víspera les salió redonda. Sin haberse gastado nadie aún el dinero previsto, y con los pequeños con ganas de disfrutar de las atracciones, esta vez sí que se ha aprovechado los descuentos de este día. Del resto de la feria, parece claro que también ha influido el hecho de que los días centrales hayan caído en fin de semana. Así, aunque no haya habido ninguna jornada oficialmente festiva, la gente ha podido quedarse hasta un poco más tarde.

Por supuesto, no se puede perder de vista la crisis económica. A diferencia de otros veranos, muchos han optado en esta ocasión por no irse fuera de Rute unos días de vacaciones y, a cambio, han subido al recinto ferial. Lo cierto es que, entre unas cosas y otras, tanto la Caseta de la Juventud como la Municipal han contado con sus respectivos “momentos de gloria”, tramos horarios en que estaban llenas. Ha sido sobre todo con las actuaciones locales, síntoma de que lo más cercano es lo que más llega muchas veces. Ocurrió en la Caseta de la Juventud con los conciertos de Yerbabuena y Soda 80, y ha pasado en la Municipal con el Trío Bossanova y Trópico de Cáncer. Pero, junto a las casetas públicas, tampoco ha parado el llamado “chorreo” en los diferentes chiringuitos y el resto de atracciones.

Lógicamente, siempre hay aspectos que mejorar. Para sorpresa de los presentes, la furgoneta que había transportado los equipos de la Coconut Band se quedó toda la noche del domingo dentro de la Caseta Municipal, a causa de una avería. Tuvo que ser remolcada por dos camiones grúa a primera hora del lunes. Y aparte de episodios puntuales como éste, quedan cuestiones pendientes, que están sobre la mesa desde hace tiempo. Siempre en estas fechas se discute si estamos ante la mejor ubicación posible del recinto o las fechas más idóneas. La concejala de Festejos, Belén Ramos, no ignora estos planteamientos, pero como pensaban sus predecesores, hay que abordarlos con calma y consenso. La situación económica no permite plantearse a corto plazo un cambio de lugar. En cuanto a otras fechas, también depende mucho de la disponibilidad de los feriantes.

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