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Este destacado dibujante e ilustrador, junto a otra artista malagueña, también va a ofrecer en Rute un taller de arte terapia
Hasta la reserva de burros de Pascual Rovira se ha trasladado el afamado ilustrador y dibujante Ángel Idígoras. Junto a su hermano, Francisco Javier, forman la conocida dupla “Idígoras y Pachi”. Con esta firma conjunta han sido reconocidos durante el resto de su carrera profesional. Bajo ese nombre han ilustrado viñetas de actualidad en el diario “El Mundo” u otros periódicos de tirada nacional. En 1996, ambos también protagonizaron una serie viñetas en la revista de humor El Jueves.
Desde el pasado 2 de diciembre, Ángel Idígoras se ha convertido en uno de los arrieros de honor de la Asociación de Defensa del Burro (Adebo). Desde hace más de tres décadas Adebo lleva a cabo actividades de exaltación del burro, con objeto de crear una corriente de simpatía hacia este noble animal y como complemento a su labor conservacionista. Son numerosos los famosos de mundo de la literatura, la cultura o la política que se han convertido en arrieros de honor y han tenido la posibilidad de apadrinar un burrito.
- Pascual Rovira destacó la faceta de payaso de Idígoras, calificándolo de humorista extraordinario
En esta ocasión, Ángel Idígoras bautizó un burrito al que ha llamado “Kota”. El nombre alude a un pintor japonés que visitó su pueblo, El Rincón, en la provincia de Málaga, cuando él tenía tan sólo nueve años. Con el pintor compartió dos o tres días de su infancia. Después de cincuenta años sin saber el uno del otro, hace un par de años retomaron la relación. Como de costumbre, el popular bautizo se llevó a cabo rociando anís sobre el burrito y actuando de maestro de ceremonias, Francisco Reyes, gerente de una de las destilerías locales.
Acompañando a Ángel Idígoras estuvo otra diseñadora e ilustradora malagueña, Ana Roldán. Según Idígoras, es la culpable de que él haya aceptado la propuesta de Adebo. Próximamente, ambos van a protagonizar, también en Rute, un taller de arteterapia. En este caso, el tándem Idígoras y Roldán pretende establecer un diálogo con el inconsciente a través del arte. Buscan mezclar el mundo espiritual y el humor para poder expresarse y manifestarse.
Para Pascual Rovira, ha sido un privilegio contar con un humorista extraordinario, pues Idígoras, además de dibujante, también fue payaso. También ha destacado el papel de una artista, en alusión a Ana Roldán que tiene “luz propia”.
