Francisco Borrego pide a las instituciones públicas un apoyo decidido a la investigación para vencer el cáncer

  • Este médico especialista en inmunología, natural de Iznájar y con ascendencia de Rute, ha estudiado las células NK para incentivar la actividad antitumoral

La ponencia del doctor Borrego se trasladó al Edificio Alcalde Leoncio Rodríguez

Tras la buena acogida que tuvieron las dos primeras sesiones de la “Escuela de mama”, la tercera entrega ha tenido un enfoque diferente. Esta iniciativa se ponía en marcha en diciembre, con objeto de atender a la población de Rute e Iznájar. Se trata de un proyecto de formación, entre las mismas pacientes, con personas que tienen o han padecido cáncer de mama. De esta forma, pueden aconsejar y asesorar a otras que están comenzando con la enfermedad. A estas pacientes se suman profesionales del Centro de Salud.

  • Cree que el capital humano para la investigación en España es muy bueno, pero falta financiación y planificar a largo plazo

La tercera entrega, en cambio, no ha presentado el mismo formato. Para empezar, en lugar del Centro de Salud, se impartió en el Edificio Alcalde Leoncio Rodríguez. Fue una ponencia del doctor Francisco Borrego, médico investigador en inmunología. Aunque ha desarrollado su trayectoria profesional lejos, es manifiesta su vinculación con Rute. Natural de Iznájar, y nieto de un ruteño, cursó Bachillerato en nuestro pueblo para después doctorarse en Medicina y Cirugía por la Universidad de Córdoba.

En 1995 se trasladó a Estados Unidos para realizar estudios sobre las células NK (iniciales en inglés de “natural killers”, es decir, “asesinas naturales”). Se trata de un tipo de linfocitos que se caracterizan por su capacidad para detectar células tumorales y células infectadas por virus. En 2013 volvió a España, reclutado por el Gobierno Vasco, a través de un programa de excelencia investigadora, y desde entonces trabaja en Biocruces liderando el Grupo de Inmunopatología. Pese a su condición de médico, su trabajo está orientado al campo de la investigación. Por igual motivo, aunque no trata directamente el cáncer de mama, muchos de los estudios del grupo que encabeza sí ayudan a prevenir y combatir la enfermedad. Así, su laboratorio busca la forma de “aumentar la actividad antitumoral de estas células NK”.

Por todo ello, su ponencia puso de relieve la necesidad de la investigación. Cuando él se fue a Estados Unidos para aumentar su formación, entiende que era algo “bastante común” en su momento. Está convencido de que en España “el capital humano es muy bueno”. El problema está en “sacar beneficio” a esa formación que se hace en el sistema público. Cree que el fallo reside ahí, porque las cantidades de dinero que se precisan para rentabilizar esa formación son “bestiales”. También es clave planificar y hacer políticas “a muy largo plazo”, garantizando la estabilidad del personal.

Como resume, sin investigación no habría existido “ninguno de los tratamientos” que se aplican hoy. Sin embargo, desde que se gesta una idea hasta que se materializa en ese tratamiento transcurre un proceso “muy largo”. Para culminarlo, se necesita mucho dinero, mucho personal “y sobre todo una estructura, una red que tiene mucho margen de mejora”. Ahí está la labor de los representantes públicos para “saber priorizar”, porque tiene claro un país que investiga es “un país más rico”. Mientras a nivel público se consolida esa financiación, la labor de entidades como la Asociación Española Contra el Cáncer es “fundamental”.

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