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Los contertulios coincidieron en señalar la educación recibida y la dificultad para conciliar la vida laboral y familiar como las principales causas
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También convinieron que la solución, además de normas o leyes, pasa por un cambio de mentalidad que debe empezar por la mujer
La lucha por la igualdad laboral entre hombres y mujeres se ha convertido en un asunto que en ocasiones marcha más lento de lo que cabría esperar. En las últimas décadas se han hecho avances significativos, pero todavía a día de hoy sigue habiendo multitud de causas que inevitablemente llevan a que esa desigualdad continúe. Todos los agentes sociales se pronuncian en contra de dicha desigualdad, y piden o prometen acciones para combatirla. Sin embargo, cuando se dictan normas, leyes o recomendaciones su eficacia se dispersan en multitud de nudos de decisión. En la actualidad el monopolio de las corbatas en el mundo empresarial sigue imperando. En torno al 40% de las plantillas está conformado por mujeres y sólo el 12,9% de mujeres ocupan cargos altos de dirección. De la representatividad de la mujer en el mundo laboral, sus posibles causas y de qué forma se puede combatir se ha hablado en un programa especial de Radio Rute.
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El programa radiofónico ha sido el colofón de la diferentes actividades y actos de sensibilización, información y de convivencia que se han llevado a cabo durante el mes de marzo. Han estado programados y coordinados por la concejalía de Igualdad del Ayuntamiento de Rute, de la que es responsable Mónica Caracuel. En este espacio de radio se contó con la participación de Purificación Cobos, vicepresidenta de la Asociación de Mujeres Horizonte de Rute; José María Alba, policía local y criminólogo; y Montserrat Ruiz, abogada en ejercicio y técnica de Centro de Atención al Desarrollo Empresarial, CADE. Además, participaron dos mujeres, Rosario Rubiales y Miriam Ruiz, con diferentes circunstancias personales y demandantes de empleo. Ambas relataron sus experiencias laborales y manifestaron las dificultades que encontradas a la hora de buscar un empleo.
La primera parte del programa se centró en la representatividad de la mujer en diferentes ámbitos. A nivel político, por ejemplo, en Andalucía las mujeres ocupan sólo el 19 % de las alcaldías y en España el 17%. Por otra parte, del total de empresarios sin trabajadores asalariados, esto es, autónomos sin personal contratado, el 32% son mujeres. El porcentaje disminuye si nos referimos al total de empresarios con trabajadores contratados. En ese caso, el 25% son mujeres. En consecuencia, se constata que, a medida que aumenta el tamaño de la empresa, disminuye la presencia de mujeres ejecutivas. Así, en las empresas del IBEX 35, sólo el 12% de sus consejeros son mujeres. En cuanto a la representatividad de la mujer en el mercado de trabajo, de las personas que desarrollan un trabajo tanto por cuenta propia como por cuenta ajena, el 38% son mujeres, frente al 62% hombres. Y del total de mujeres trabajadoras, el 85% lo hacen en el sector servicios (principalmente comercio), frente al 54% de los hombres.
Curiosamente, el 95% de los maestros de Educación Infantil son mujeres. Sin embargo, los cargos de dirección educativa también los ostentan los hombres en porcentaje mucho mayor. Así, por ejemplo, sólo el 10% de los rectores universitarios son mujeres. Asimismo, del total de las mujeres que trabajan por cuenta ajena, un 30% lo hacen a tiempo parcial, frente a los hombres, donde la parcialidad representa un 8%. Los datos son abrumadores y ponen de manifiesto que la realidad laboral entre hombres y mujeres es muy diferente. El porqué de estas desigualdades, y la reflexión de si es esto o no lo que quieren hombres y mujeres, y en qué medida contribuye cada uno, fue el punto de encuentro entre los contertulios del programa.
Entre las principales causas que generan esta situación los intervinientes coincidieron en apuntar la educación recibida y dificultad de la sociedad para cambiar hábitos y roles. Sin duda, la conciliación entra la vida laboral y familiar fue otra de las causas apuntadas. Según un estudio al que hizo referencia José María Alba, la mujer, a la hora de buscar un trabajo, espera flexibilidad de horarios, buen ambiente laboral y la cercanía al colegio de sus hijos. Por el contrario, el hombre prioriza el salario y la proyección profesional. Por tanto, Alba asegura que cambiar estas tendencias es una responsabilidad de ambos. Considera que la mujer “debe aprender a delegar más”, y el hombre “deber ser capaz de asumir las tareas familiares y del hogar”.
Montserrat Ruiz fue más lejos y dijo que es la mujer ha de ser “la primera en cambiar, en ceder espacios, en integrar al hombre”. Ruiz afirma que, a nivel profesional, vivir en pareja, sobre todo si hay descendencia, “para la mujer resta y para el hombre suma”. Esta abogada ruteña afirma que es la mujer la que tiene que hacer el esfuerzo de cambiar de mentalidad si quiere acceder a puestos de responsabilidad y asumir que los hijos son del padre y de la madre, y el cuidado del hogar también es de ambos. Finalmente, Purificación Cobos no quiso olvidarse de las mujeres víctimas de la violencia de género. En este sentido, apuntó que es fundamental que la mujer tenga un trabajo “para poder afrontar con éxito estas situaciones”.
