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Con el lema “un derecho universal”, los profesionales de la salud mental reclaman más recursos y apelan a la comprensión de la sociedad con los enfermos
El 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental. Desde hace tiempo, llegada esta fecha, Radio Rute y Araem ofrecen de forma conjunta un programa especial de sensibilización. El lema elegido este año por la ONU es “un derecho universal”. En torno a esta idea gira el manifiesto que se ha leído en este especial y que será llevado al próximo pleno municipal. El programa ha contado con Isabel Ramos, presidenta de la Asociación Ruteña de Ayuda al Enfermo Mental, Francisca Salido, trabajadora social del Área Sanitaria Sur de Córdoba, y Zaida Molina, psicóloga clínica.
De igual modo que los accidentes de tráfico han descendido gracias a las campañas preventivas, Ramos entiende que podría ocurrir con el suicidio y la salud mental. Ambos siguen siendo temas tabús. No se habla de ello, pese a que por cada caso de malos tratos hay 85 intentos de suicidio. Para Salido, se debe dar un impulso a las políticas de salud. España no tenía un plan contra el suicidio hasta poco antes de la pandemia. Junto a las autoridades sanitarias, se debe dar voz a los enfermos. En esa línea, la presidenta de Araem pide que se les trate con el mismo respeto que quien sufre cualquier otra enfermedad. Hoy día sigue siendo habitual que se hagan chistes en torno a la enfermedad mental.
- El suicidio sigue siendo un tema tabú, por más que las estadísticas reflejen que por cada caso de maltrato 85 personas intentan quitarse la vida
El silencio y la falta de respeto van de la mano con el estigma. Para Zaida Molina, de fondo hay una cuestión cultural, consecuencia de una información “bastante sesgada”. La psicóloga cuestiona un “estado de bienestar” donde están muy presentes la ansiedad, la esquizofrenia o el trastorno bipolar, porque la sociedad actual es “muy estresante”. Junto a la propia enfermedad mental, Salido añade el “malestar emocional”. Por definición, recuerda, la salud es la ausencia de cualquier enfermedad o riesgo de padecerla. De ahí la necesidad de ofrecer recursos para que no se llegue a tal extremo.
Zaida Molina matiza que todas las emociones tienen una función. En la salud mental, el problema se presenta cuando esa emoción limita a nivel personal, social o laboral. De no clarificar esas ideas puede sobrevenir luego la enfermedad y el estigma. De ahí que Salido insista en pedir ayuda e informarse ante el primer síntoma. El profesional de referencia ha de ser el médico de atención primaria, pero también es importante contar con colectivos ámbito social como Araem, que a su vez abre puertas de cara a entidades como Faisem. La red de ayudas se completa con programas de psicoeducación, ayuda a domicilio o la propia familia.
Hay distintos modelos de intervención. Según los niveles, en Rute los coordina la trabajadora social de atención primaria. En Lucena, lo hace el grupo de enfermería, derivando llegado el caso a especialistas como un psiquiatra o un psicólogo clínico. Francisca Salido trabaja en el área de Lucena, donde se engloba Rute. Junto a estos dos municipios, el área cubre Iznájar, Moriles, Monturque y Puente Genil, en todos los casos con sus respectivas aldeas.
Es un núcleo muy amplio. Por eso, Zaida Molina apela a la inversión estatal en profesionales. En España hay una media de seis psicólogos por cada cien mil habitantes, mientras que en Europa la ratio se triplica a 18. Eso sí, nuestro país cuenta con una línea de atención a la conducta suicida. En su primer año, el 024 recibió una media de 325 llamadas diarias. No en vano, el suicidio ha pasado a ser la primera causa de mortalidad entre los jóvenes. En un ámbito más cercano, del trabajo que se ha hecho en Rute durante el último año, Salido destaca la cartelería “para desmontar mitos”, coordinada por el psicólogo Francisco López, y las charlas del psicólogo Antonio Jesús Moreno y los responsables del teléfono de la esperanza.
La psicóloga tiene clara la relación entre suicidio y trastornos como el bipolar, la esquizofrenia, la ansiedad o la depresión. Con todo, advierte que puede haber casos de suicidio sin cuadros previos. A ello Salido añade otros grupos de riesgo como quienes sufren adicciones. Para Zaida Molina, la “psicoeducación” es una demanda prioritaria, unida a los recursos y que la complicidad de la sociedad. También cree que en el diálogo deben estar los enfermos mentales. En la misma idea insiste Paqui Salido, pero reconoce la dificultad de que estas personas den el paso y expresen lo que necesitan.
Escucha el programa haciendo click en la imagen:
