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La empresa ha anunciado que invertirá cerca de veinticinco mil euros en canalizaciones y el tendido de 200 metros de nuevas líneas subterráneas
Los problemas crónicos por los reiterados cortes del suministro eléctrico en buena parte del Barrio Alto de Rute parecen más cercanos a su fin. La empresa Endesa, a través de su filial de redes, e-distribución, ha anunciado que va a invertir cerca de veinticinco mil euros en el fortalecimiento de las redes eléctricas de baja tensión en la localidad. Es una de las medidas adoptadas para hacer frente a la saturación que sufren las redes de distribución en Rute como consecuencia de la proliferación de enganches ilegales. Estos enganches provocan la sobrecarga de la red que afectan a todos los vecinos.
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En concreto, los técnicos de la compañía eléctrica llevarán cabo una reconfiguración de la red de baja tensión mediante canalizaciones y el tendido de 200 metros de nuevas líneas subterráneas para el refuerzo de las calles Fresno y Colón. Este nuevo cableado cuenta con la última tecnología que contribuye al fortalecimiento de la red. Por tanto, redundará en la calidad del servicio de todos los clientes de esta zona.
Los problemas de suministro en estas dos calles de Rute se remontan a finales de 2022. Sin embargo, se han acentuado desde el último trimestre de 2023 y se han extendido a calles aledañas y otras zonas del Barrio Alto. En pleno invierno los cortes de luz se han sucedido a diario, normalmente en la tarde-noche, prolongándose a veces hasta más de dos horas. Los perjuicios no sólo afectan a las tareas cotidianas sino a varios negocios y, en el extremo más delicado, a personas que precisan de un concentrador de oxígeno para respirar. Todo ello llevó a los afectados a reunirse con el equipo de Gobierno y a convocar una concentración en enero para demandar una solución.
Endesa ha señalado en una nota que la manipulación de la red eléctrica por gente ajena a la compañía no sólo supone un grave riesgo para las instalaciones. También afecta a la salud pública, ya que exponen a la infraestructura a un funcionamiento sin ningún tipo de protección, vulnerando cualquier norma de seguridad. De igual modo, se pone en peligro a quienes manipulan la red sin consentimiento ni conocimiento, pero también la de las personas que conviven en estos entornos.