El taekwondo ruteño clausura el año con el XIV Pentatlón Local organizado por el Club Gimtar

Entre el Día de la Constitución y Nochebuena el Club Deportivo Gimtar suele celebrar su particular fiesta de despedida del año. Así se puede denominar a la jornada, ya que, además del componente deportivo en sí, tiene mucho de balance de los últimos doce meses. En ocasiones, ha tenido el formato de liga local y en otras, como la del día 21, se ha organizado un pentatlón. Con este formato, alcanzaba ya su quinta edición. Así pues, durante la mañana del domingo se sucedieron en el Pabellón Gregorio Piedra las cinco pruebas de rigor. Todos los integrantes del club tenían que superar los mismos ejercicios, aunque lógicamente adaptados a sus niveles de edad. Fueron 46 chicos y chicas los que participaron, aunque la cifra de deportistas se eleva a los sesenta. Algunos, los más pequeños, no “doblaron”, después de que en el mismo fin de semana se hubiera celebrado el torneo que cada año también organiza la Diputación de Córdoba.Según matizaba Juan Gabriel Romero, entrenador de Gimtar, la cita provincial también tiene un importante componente de convivencia e intercambio de impresiones entre los componentes de los distintos clubes.

En cuanto a la jornada del pabellón, señaló que tiende a decantarse por el pentatlón porque, en cierto modo, es “más divertido” que la liga local, más cercana al combate. El pentalón combina pruebas de fuerza, velocidad, habilidad y destreza. Ello da pie a “experimentar” y probar ejercicios nuevos “para que los niños se lo pasen bien”. En esta ocasión, la prueba de velocidad era el traslado de objetos que había dentro en un aro. El resto eran de defensa personal, rompimiento, salto de altura y de longitud. Estas dos últimas se mantienen desde hace tiempo “porque a los niños les gusta”. Lo importante es que en conjunto se ponía de manifiesto que con el taekwondo se puede ejercitar todo el cuerpo. Además, aunque no sea competición en sí, cualquiera de estas disciplinas es útil después para el combate. Romero insistió en que hay que desterrar la idea de deporte violento por ser un deporte de contacto. Al contrario, subraya que se fomenta la disciplina y el respeto, de manera que en torneos con centenares de participantes “nunca se oye un insulto ni se ve un mal gesto”.

Esos valores se procuran personificar cada año en un integrante del club. Más que el palmarés o la trayectoria, se premia la constancia. En esta ocasión, el reconocimiento ha sido para María Pérez. El entrenador destacaba que en toda la temporada apenas si se ha perdido algún entrenamiento, por no hablar de los cursos de arbitraje en que ha estado o sus méritos en trofeos como el del Corpus, en Granada, donde consiguió la medalla de plata. Además, fue una de las que estuvo por la mañana en el torneo de Diputación. Su caso no es aislado. Puestos a hacer balance del año, para Juan Gabriel Romero 2014 ha vuelto a dejar muy buen sabor de boca. El club ha estado presente en las principales citas que organiza la Federación Andaluza, y como de costumbre con brillantes resultados. Y ya ha adelantado que la idea es mantener esa presencia en 2015.

Deja un comentario