Siendo el primer artículo del año y encontrándonos en una situación socio-política tan compleja, me gustaría basar este escrito en un cuadro general que nos de unas nociones básicas de los diferentes acontecimientos que se han dado y posiblemente se darán a lo largo de este año, de modo que podamos analizarlos más profundamente en el último artículo del recién iniciado 2015.
Partimos recordando rápidamente algunos de los conflictos y movimientos iniciados y aun sin terminar del 2014. Aviso que ha nadie dejará indiferente. Entre ellos, a escala mundial, nombraremos el conflicto en Ucrania, el referéndum escocés, las protestas de Hong Kong y Venezuela, la revuelta popular en Burkina Faso, el movimiento ciudadano en México debido a la desaparición de los 43 estudiantes, disturbios raciales en E.E.U.U., el interminable conflicto entre Israel y Palestina, el Ebola…
Ciñéndonos a la observación de lo acontecido en España, no cabe que afirmar que ha sido un año convulso con varios e importantes cambios. Entre ellos, la abdicación del rey Don Juan Carlos I y la posterior coronación de Felipe VI, la aparición del nuevo partido político Podemos o la consulta catalana por la independencia.
Recién empezado el nuevo año, Francia en particular y el mundo occidental en general se ha visto conmovido por los atentados terroristas de Paris realizados contra la redacción de ‘Charlie Hebdo’ y el secuestro de una tienda judía, ambos atentados saldados con varios muertos. Pocos días después, el partido de izquierda Syriza, gana las elecciones griegas mientras en Italia se desarrolla una importante manifestación antifascista apoyada también en España.
Con este pequeño cuadro general, os invito a llevar a cabo una reflexión personal. Ni que decir tiene que nos encontramos ante un periodo de cambio y considero muy interesante analizar detenidamente todos estos acontecimientos y no caer en el error de la conclusión fácil y rápida a la que, por desgracia, estamos habituados. Juntos iremos viendo como se concluyen o mutan dichos eventos sociales y políticos, pero será en el último artículo del año en el que me permitiré exponer una conclusión personal. Infórmense, contrasten y no se queden con lo primero que les digan. No nos dejemos guiar por el pan y circo al que tanto estamos acostumbrados. Es más, nos han dejado hasta sin pan, solo con el circo. Creo que esta serie de conflictos merecen un lugar más importante que muchos otros eventos con los que cotidianamente convivimos. Hagamos uso del espíritu crítico y de todas las herramientas de información con las que contamos, que no nos conviertan en marionetas de su juego.
¡DESTACAMOS!
