Rueda de prensa ofrecida a los medios de comunicación
A la vista de cómo se han desarrollado los acontecimientos, el centro de acogida de inmigrantes previsto en la barriada de Los Manzanos queda “pendiente”. Así lo ha adelantado el alcalde Francisco Javier Altamirano, que ha argumentado la falta de consenso político como motivo último de esta decisión, después de que el PP se abstuviera en comisión informativa y el PSOE votara en contra, quedando sólo el voto favorable del equipo de gobierno. De esta forma, el punto previsto para el pleno ordinario de junio ha sido retirado del orden del día. La posición socialista contrasta con la de sus compañeros de Diputación, que días atrás se habían sumado a la propuesta de Izquierda Unida, con el elogio explícito de la responsable del área de Bienestar Social, Rafaela Crespín.
Altamirano realizó estas declaraciones en una rueda de prensa ofrecida conjuntamente con la concejala de Servicios Sociales Myriam Amián y el vicepresidente de Cruz Roja en Baena, Juan Manuel León. Amián explicó que, una vez que se conoció la propuesta de Cruz Roja de dar un nuevo uso a la nave que tenía cedida por el Ayuntamiento, se le comunicó que la cesión sería sólo de un año, de modo experimental, y no diez como Cruz Roja había solicitado, y si en efecto funcionaba, ampliar dicha cesión a los diez años mencionados. Además, se puso como condiciones el compromiso de llevar a cabo una campaña adecuada de información y que durante el tiempo que los inmigrantes estuvieran en el centro deberían cumplir unas normas de convivencia.
Por su parte, Juan Manuel León centró su intervención en explicar las condiciones en que funciona el centro de Baena, poniéndolo como un ejemplo de integración, en el que los propios vecinos del centro “son los primeros que colaboran”. Aunque matizó que desconoce la situación de Rute al completo, sí reconoció que le ha sorprendido cómo se han desarrollado los hechos, y advirtió que, pese a que en su pueblo no se ha planteado en ningún momento la situación de Rute, Cruz Roja no tenía por qué pedir permiso a los vecinos para desarrollar este tipo de iniciativas. Con todo, entiende que en el fondo lo que late es “el miedo a lo desconocido”, porque no cree que Rute sea un pueblo racista. León manifestó que no ha habido ningún tipo de problema ni efecto llamada, y subrayó el hecho de que los inmigrantes, una vez que concluye el período de estancia temporal, se marchan siempre. En cuanto al posible aumento de la inseguridad, la conflictividad o la delincuencia, el vicepresidente de Cruz Roja se mostró tajante, asegurando que hasta el día de hoy no se han dado casos. Por el contrario, en su localidad ese tipo de episodios se dan más bien entre los propios vecinos.
Finalmente, Francisco Javier Altamirano lamentó de nuevo lo sucedido en días pasados en la reunión con los vecinos, aunque no cree que haya fallado el mecanismo de comunicación, ya que cuando se intentó facilitarles la información, éstos la rechazaron, pidiendo incluso que se echara del Edificio de Usos Múltiples a los representantes de Cruz Roja. En este sentido, Altamirano recordó que él ya había pedido perdón por las formas usadas, pero insistió que todos se habían excedido, por lo que echó en falta una disculpa por parte de los vecinos. En el plano político, el alcalde señaló que el tema de la inmigración supera el ámbito meramente municipal y se refirió a la moción aprobada en Diputación, con los votos favorables de Izquierda Unida y PSOE y el cambio de posicionamiento de este grupo en Rute.
De momento, la instalación del albergue queda en suspenso, a la espera de seguir intentando concienciar a los vecinos, y de que Cruz Roja “tome la batuta en el asunto”. Aun así, Altamirano manifestó que seguirán adelante con su idea hasta dar con el sitio adecuado. Mientras tanto, se hará un centro de día “de manera urgente”, ya que, tal y como coincidieron en afirmas todos, no van a venir más inmigrantes por el hecho de que haya un centro de acogida, “sino que los inmigrantes ya están aquí”.
