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El deterioro de las tuberías, en la zona colindante con el Chorreadero, había afectado al Hogar del Pensionista, que ha cerrado temporalmente ante los problemas de humedad
Durante los primeros días de septiembre se ha estado actuando en el saneamiento del tramo final de la calle Fresno. En concreto, la zona dañada es la que linda con el Chorreadero, donde a su vez se ubica el Hogar del Pensionista. De hecho, ha sido este inmueble el que ha sufrido los principales daños colaterales. Según ha explicado la concejala del Mayor, Ana Barea, cuando accedieron al Gobierno local comprobaron los desperfectos que había en sus dependencias. Asegura que estaba en una situación “inhumana” y se imponía una solución “urgente”. El interior del edificio presentaba problemas de atascos de desagües, humedades y puertas “hinchadas y rotas”.
Las obras, que, tras la licitación correspondiente, han corrido a cargo de la empresa local Hinojosa Ronda Inversiones, de Zambra. Barea se siente muy satisfecha del resultado porque ha sido una actuación rápida, de una semana en cuanto a la obra en sí. No obstante, ha señalado que, dado el estado de humedad y mal olor que había en el Hogar, se pensó que el origen del problema estaba ahí. Su compañero Rafael García, concejal de Infraestructuras, ha matizado que a diario se filtraba agua por las paredes e incluso el cuadro eléctrico. Unas veces era más limpia y otras más sucia.
- Dada la urgencia de la actuación, se ha buscado financiación municipal de diversas partidas para costear los catorce mil euros de la obra
En vista de que la primera acometida de emergencia resultó infructuosa, se apostó por una actuación “de más envergadura” sobre unos cincuenta metros de tubería. También en esa primera etapa se procedió a arreglar el desagüe de la vivienda colindante con el Hogar. La inversión de la obra definitiva se ha elevado a catorce mil euros. Ha sido posible, en palabras del alcalde David Ruiz, con aportación municipal canalizada a través de diversas partidas. Según García, una vez abierta la zanja, se comprobó que la tubería, “una de las primeras instaladas en la zona”, estaba “en muy mal estado”, con las juntas rotas.
Como consecuencia, el Hogar estaba en un estado “no apto para su uso”. David Ruiz ha recordado que el problema se remontaba a 2017, hasta que llegó a un extremo en que por momentos salía “un caño de agua”, que además eran aguas residuales. Fue ése el motivo por el que se decidió cerrar el Hogar hasta dar con la solución. Según el alcalde, el deterioro era tal que ponía en riesgo la cimentación del edificio. Una vez concluidas las obras, hay que adecentar el edificio. Los representantes públicos confían en que en breves fechas vuelva a abrir y que los mayores reanuden sus actividades.