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Para informar de la necesidad de prevenir ha llevado a cabo una jornada informativa, en colaboración con la Asociación Española Contra el Cáncer en Rute
Mesa informativa cáncer de colon en el Centro de Salud de Rute
El 31 de marzo se conmemoraba el Día Mundial del Cáncer de Colon. Coincidiendo con la efeméride, el Centro de Salud de Rute celebró al día siguiente una jornada de información y la prevención. Para ello, se habilitó una mesa informativa en el propio centro por la mañana. La jornada se hizo en coordinación con la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en Rute. Según su presidenta, Victoria Garrido, es fundamental concienciarse de la necesidad de la detección precoz.
- La prueba de cribado se recomienda a partir de los 50 años o ante síntomas como un trastorno del hábito intestinal o dolor abdominal
Los especialistas también insisten en la importancia de la prevención. Según datos del Ministerio de Salud, en España más de siete mil personas fallecen cada año por esta enfermedad. El cáncer colorrectal es uno de los pocos tumores que, detectados en forma temprana, tiene un alto nivel de curación. Lamentablemente, muchas personas llegan a la consulta con un diagnóstico ya avanzado, sin haberse hecho nunca una colonoscopia o un examen de sangre oculta en la materia fecal.
El actual director del Centro de Salud, Miguel Ángel Fernández, insiste en que la prueba de cribado es fácil, a través de la mencionada muestra de sangre en heces. Se recomienda a partir de los 50 años. De hecho, se envía una carta a las personas entre esa edad y los 69, y si aceptan reciben un kit para recoger una muestra y enviarla al Centro de Salud. Además, en cualquier momento, ante la duda, un paciente puede dirigirse al centro y solicitar la prueba. Los “síntomas de sospecha” pueden ser cualquier trastorno del hábito intestinal, dolor abdominal o pérdida de peso.
Fernández recordó que este tipo de cáncer es el tercero en número de casos detectados, tras el de mama y el de pulmón. No obstante, diagnosticado a tiempo, la tasa de supervivencia “puede alcanzar el 80%”. Junto a los cribados, el otro hecho que contribuye a minimizar su impacto es una alimentación saludable, rica en fibra. Esa dieta ha de ir acompañada de la supresión de factores de riesgo como el tabaco o el sedentarismo.