Estimado lector, ahora podemos confirmar que nos encontramos inmersos en plena Campaña Turística, parece que el tiempo nos está acompañando generando el clima perfecto para motivar e incentivar la visita a nuestros recursos turísticos. La pandemia afectó decisivamente a la afluencia de público, llegando inclusive a poner en serio riesgo nuestro producto estrella, sin embargo, parece que la situación va remontando. Quizás sea el momento de proponer una remodelación total que ayude a recuperar visitas, ya que, hace tiempo que nuestra oferta se mantiene estanca, como si se pretendiera vivir de las “rentas”.
A la hora de hablar sobre nuestra afamada campaña turística siempre procuro ser positivo e intentar destacar nuestras fortalezas, sin embargo, creo que ha llegado el momento de ponernos serios. Es difícil concebir un producto turístico que se mantiene inalterado, que no procura la excelencia, más si cabe en unos momentos donde la competencia es férrea y decisiva a la hora motivar al visitante. Ciertamente, Rute cuenta con la suerte de ser Municipio Turístico de Andalucía, pero poco más, nuestros “museos” han venido manteniendo una posición cómoda que nos lastra. No entiendo como no se ha procurado instituir auténticos museos que sirvan como receptores del tan necesario turismo de calidad. Llevo mucho tiempo ofreciendo mis servicios como guía de la localidad, básicamente porque me gusta, encuentro realmente apasionante enseñar mi pueblo a nuestros visitantes. Siempre procuro ir más allá, intento mostrar que Rute es algo más que la navidad, que nuestros museos reflejan algo más que marketing, pero cada año es más difícil. Durante este tiempo muchos de nuestros visitantes se sorprenden al comprobar que Rute cuenta con una oferta variada a pesar de su tamaño, comentan: “En Rute hay muchos museos”, no obstante la situación es mucho más dura, realmente no existen tantos museos debido a que la mayoría no se encuentran registrados dentro de la Red Andaluza de Museos y Colecciones Museográficas.
Posiblemente, esta situación venga derivada a que nuestra oferta turística viene determinada por el sector privado, quien, principalmente, dirige y gestiona; ocupando el sector público una posición secundaria. En mi experiencia y opinión, es necesario que la organización pública obtenga el liderazgo, así como, las capacidades oportunas para acometer nuevos cambios. Estos son fundamentales si pretendemos mantener una posición predominante dentro del ámbito turístico. Por último, quizás vaya llegando el momento de que se articulen auténticos museos y se incentiven nuevos, así conseguiremos avanzar, expandir nuestra oferta y por lo tanto motivar un nuevo horizonte turístico.
¡DESTACAMOS!