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Las lluvias han acentuado el deterioro que ya sufría la cubierta de la parroquia, provocando un derrumbe que ha generado más de mil kilos de escombros
Desde hace semanas el acceso a la parroquia de Santa Catalina por su puerta principal estaba cerrado. La causa era el riesgo de desplome de la cornisa de la fachada, que se hallaba en muy mal estado. Finalmente, el peligro se ha materializado en un derrumbe que ha generado en torno a “mil o mil quinientos kilos de escombros”, según ha apuntado el alcalde David Ruiz. La amenaza de que la cornisa se viniera abajo era latente antes de Semana Santa. De ahí que se decidiera que las procesiones de Rute que empiezan y terminan su recorrido en la parroquia salieran o entraran por la puerta lateral de la calle Priego.
- El alcalde ha contactado con el presidente de la Diputación para buscar una partida de emergencia que costee el arreglo
De las que pudieron completar su itinerario, la de la Borriquita y los dos pasos del Santo Entierro lo hicieron por esa puerta. De haber hecho su estación de Penitencia, el Nazareno tampoco habría salido por la calle Constitución, como suele hacerlo. No fue el caso, por la meteorología. Precisamente, esas precipitaciones caídas de forma tan copiosa en la última semana de marzo han acabado de empeorar el estado de la cornisa, que no ha aguantado más y ha cedido.
Ya había habido un desprendimiento menor antes, pero éste ha sido más llamativo y ha obligado a tomar medidas. Aparte de la puerta principal, también se ha cerrado la reja exterior que da a Constitución. Además, el alcalde ha confirmado que no sólo ha hablado con el párroco de Santa Catalina, David Matamalas. También se ha dirigido al presidente de la Diputación de Córdoba, Salvador Fuentes, para estudiar si podría haber una partida de emergencia para costear el arreglo. Ruiz tampoco descarta algún tipo de aportación municipal.
