Los aceites de Finca de Torres son reconocidos en dos certámenes internacionales

  • Torres Natura ha logrado la medalla de plata en el Word Best Healthy EVO Contest, y Pago de Visarejos entra por la puerta grande en los premios Evooleum

Bernabé Padilla (a la derecha), junto a su esposa, Flor Salvador, durante la entrega de los premios Word Best Healthy

 Bernabé Padilla destaca la importancia de los premios otorgados a los aceites de la Finca de Torres

De nuevo los aceites de oliva virgen extra (AOVE) producidos en Rute siguen siendo reconocidos más allá de nuestras fronteras. En esta ocasión han llegado para la Finca de Torres, ubicada en el paraje de La Hoz. Sus dos marcas comerciales, Torres Natura y Pago de Visarejos, han participado en otros tantos certámenes internacionales, con premios en ambos casos. Con la primera marca han ido al VIII Word Best Healthy EVO Contest, donde han obtenido la medalla de plata. Por su parte, con Pago de Visarejos ha entrado en los Premios Evooleum 2021. Bernabé Padilla, agricultor y propietario de la Finca de Torres, ha explicado que son dos marcas comerciales para un aceite de características muy similares. Torres Natura está de forma exclusiva a su cargo, mientras que en el otro caso comparte la propiedad con el distribuidor Rafael Salgado.

La pandemia ha frenado las ventas y ha obligado a ser “muy selectivos” con los premios a los que se concurre. Han elegido estos dos porque resultan complementarios y responden a la filosofía de trabajar “de la forma más ecológica posible”. Además, el sabor del aceite y sus propiedades saludables “suelen ir de la mano”. Para el primer caso, Evooleum es un certamen “fundamentalmente sensorial”. Su importancia radica en que sus responsables editan una guía con el mismo nombre, que es “un referente en el mundo de la restauración” y quien salga en esa revista “es tenido muy en cuenta”. Una prueba de su exigencia es que Finca de Torres lo ha conseguido al tercer intento.

Los “Premios más saludables” responden a un concepto diferente. Nace de la intención de demostrar “las tremendas cualidades que aporta un aceite virgen extra de calidad”. Para ello, se basan sobre todo en tres parámetros, los ácidos grasos monoinsaturados, el oleocanthal y los polifenoles de cada aceite en cuestión. Se da la circunstancia de que la medalla de oro ha sido para un aceite chileno y uno griego, y la de plata la comparten uno de Rute y otro de Jaén. Ello da idea, en palabras de Padilla, de hasta qué punto hay conciencia global. De hecho, se prepara un congreso temático internacional para el año que viene. Hay mucho camino por recorrer, puesto que ahora mismo “sólo un dos o un tres por ciento del consumo de grasa es de aceite de oliva”.

En nuestra región, esas propiedades vienen marcadas por el olivar de secano en pendiente. Ello implica a “renunciar a rendimientos”, entre otras muchas cosas, pero el producto final es valorado por los consumidores. En el caso de Rute y la comarca, Padilla destaca que el suelo de nuestro olivar de montaña constituye “un privilegio”. A ello se suma el clima y en especial el buen hacer de los agricultores, con una apuesta decidida por el producto ecológico. En este sentido, tiene claro que la naturaleza es “la mejor aliada”. El resultado global es que año tras año los AOVE de la Subbética son los más premiados. Por eso, está convencido de que ésta es “la línea a seguir”.

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