Población diana y grupos de riesgo pueden vacunarse contra la gripe hasta febrero en el Centro de Salud de Rute

  • En estas fechas se administran las dosis pidiendo cita previa en el mostrador, al tiempo que se lleva a cabo también la campaña del neumococo

El médico Francisco Piedra Ruiz ha detallado las diferencias entre los síntomas de un simple resfriado y la gripe

Francisco Piedra – Campaña de Vacunación Antigripal

Durante el otoño y parte del invierno se lleva a cabo en toda Andalucía la campaña de vacunación antigripal. En Rute se canaliza a través del Centro de Salud. Su médico Francisco Piedra Ruiz ha repasado los “sectores diana” a los que va destinada la vacuna. Incluyen a todas las personas mayores de 65 años y los llamados “grupos de riesgo”. Son los que sufren alguna patología crónica, como obesidad, asma o diabetes, además de mujeres embarazadas. También entran en ese grupo quienes tienen contacto con estos pacientes, como personal sanitario, de las residencias o asociaciones de mayores, o los cuerpos de Policía y bomberos.

  • Hay que vacunarse todos los años porque el virus muta y crea cepas más virulentas para el ser humano

Para vacunarse, basta con acercarse al mostrador del Centro de Salud y pedir cita. El médico ha recordado que la campaña dura hasta febrero. Coincide, pues, con la del neumococo, ya que también tiene “un pico de actividad” en estas fechas. Además, los grupos de riesgo son similares. De ahí que se haga hincapié de administrar ambas dosis al mismo tiempo. En el caso de la gripe, hay que hacerlo todos los años porque el virus muta. De hecho, cada temporada se pueden crear cepas “más virulentas y resistentes para el ser humano”.

Ruiz ha aclarado las diferencias de la gripe con un simple catarro. Lo único que tienen en común es que los dos son consecuencia de un virus. El del catarro presenta muchos tipos. Ello explica que haya pacientes que aseguran que han cogido un resfriado “y no lo han soltado”. En realidad, se han sucedido de forma continuada distintos virus. Aun así, no impiden hacer una vida normal. Con la gripe, en cambio, la sintomatología es otra. El paciente siente “mal cuerpo”, con fiebres altas y sin energías. Una persona sana puede sobrellevarla en casas, con descanso y los antigripales adecuados, pero sin antibióticos. Por el contrario, los grupos de riesgo sí llegan a precisarlos e incluso podrían tener que ingresar.

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