Y el 15 de agosto volvió a tener nombre propio en Rute

  • Es la fecha señalada del Día del Carmen, una jornada especial con la procesión de la Patrona y una multitud agolpada en las calles desde primera hora


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Lo había descrito en la víspera con claridad tan meridiana como poética la pregonera Ana Burguillos. El 15 de agosto no es un día más en Rute. Es el Día del Carmen, una jornada con nombre propio marcada por sus múltiples confluencias. Confluyen pasado y presente, la línea de un tiempo de devoción que arrancó hace siglos y se detiene en esta fecha para reflejarse en un espejo a la vez igual y distinto en cada ocasión; porque igual es el rito común, pero distintas son las vivencias de cada cual según el momento. Confluye el fervor del pueblo por su Patrona, que quiere ver a la Virgen del Carmen en la calle en el día grande de sus fiestas. Y confluyen los ruteños y ruteñas de aquí y los de fuera. Confluyen en un mismo sentimiento de pertenencia quienes viven en el pueblo y ven cómo se acerca este día, y Rute se prepara consciente de que es una ocasión especial. Confluyen, en fin, con quienes tuvieron que marcharse lejos y cada año rodean en la agenda el 15 de agosto porque tienen una cita con la historia y sus raíces.

Así amanece el Día del Carmen en Rute, cuando la Banda Municipal hace sonar a ritmo de diana el despertador en las calles, los hogares y los corazones con la melodía de las fechas señaladas. Así llega la solemne función religiosa, con Santa Catalina de gala y la Coral Polifónica Bel Canto poniendo voz y música a lo que se está gestando en las entrañas y no siempre se acierta a definir con las palabras. Así prosigue la jornada, aparcando el aspecto religioso durante un rato, porque unas Fiestas Patronales presentan siempre diversas caras para que cada cual se acerque a la que le identifica. En el desfile de gigantes y cabezudos van los niños de ahora y los niños de siempre. Como escribiera José Val del Omar, el niño que fuimos, “prójimo en su nostalgia”, regresa al presente para compartir mirada con los que se divierten hoy.

Y así dan las nueve de la noche, la hora que certifica que todas las confluencias han llegado a un mismo punto, la puerta principal de Santa Catalina. La Virgen del Carmen asoma al dintel para recorrer su pueblo. Hierven las calles, no sólo por el calor meteorológico, sino por el humano que las llena. Hay un largo cortejo de representantes de otras hermandades y cofradías, del Cuerpo de Caballeros y Damas de “la Gran Madre” de Granada, inseparables ya de los actos en honor a la Patrona, de mantillas, reina y damas de honor, y autoridades, que se ordenan entre la Agrupación Musical Los Polillas de Cádiz y, cómo no, la Banda Municipal. Pero ante todo hay gente ávida de ver cómo el 15 de agosto, el de siempre en Rute, se hace nuevo un año más.

La “Carmelita hermosa” que cantan los Hermanos de la Aurora volvió a recorrer esas calles como si en el imaginario colectivo pasara por ellas por primera vez. Subió al Barrio Alto, bajó por el Cerro hasta San Pedro, para dirigirse al Paseo Francisco Salto, junto al parque que lleva su nombre. Allí confluyeron una vez más todos los ríos de fervor para canalizarlo al compás de la “Salve Marinera” y el “Himno” expreso de la Virgen ruteña, mientras ésta es mecida por los hermanos de varal, para dar paso a los fuegos artificiales.

Después tocaría la vuelta a casa, a su ermita, al santuario de la calle Toledo. Tras haberse escuchado durante la noche la “Salve”, el “Himno” o “Reina entre olivares”, “Reina y Señora” anuncia que se acerca el final. Tal vez por eso se repite su melodía, como un deseo implícito de que no acabe, pero así concluyeron un año más las Fiestas Patronales, con el sabor agridulce de disfrutar una vivencia que termina justo en su punto álgido. Desde esos postigos siempre abiertos se podrá seguir contemplando a la Virgen todo un año, pero será justo ése el tiempo que falte para volver a verla en la calle. Lope de Vega dijo del amor que sólo “quien lo probó lo sabe”. Ana Burguillos también dejó claro que sólo quien ha vivido el 15 de agosto en Rute sabe que es un día con nombre propio, el Día del Carmen.

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