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“Donde siempre es de día” es el segundo volumen de esta serie lanzada por el Ayuntamiento de Rute y que toma su nombre de un libro de este mismo autor
Acto de presentación de la antología poética de Luis Alberto de Cuenca
El ciclo “Cultura entre patios” ha tenido su punto álgido con una publicación de lujo. En pleno martes y 13, como un desafío cultural a la superstición, el Patio con Duende del Museo del Anís acogía la presentación de “Donde siempre es de día”. Así se titula la antología poética de Luis Alberto de Cuenca que supone la segunda entrega de “El reino blanco”. Con ese título el Ayuntamiento de Rute lanzaba en enero una colección literaria de poetas nacionales, con el reto de publicar al menos dos volúmenes al año. El segundo es una antología del poeta que da nombre a la colección. En efecto, así se titula uno de los libros del que fuera, entre otros muchos méritos, Premio Nacional de Poesía, secretario de Estado de Cultura y director de la Biblioteca Nacional.
- El protagonista de la antología elogió la selección de poemas, por ser muy definitorios de su trayectoria, confesando que ha sido mérito del editor
Lo repasó Ana Lazo, que intervino tras la bienvenida del anfitrión, Anselmo Córdoba, y un poema introductorio recitado por el actor Julio Flores. Lazo confesó sentirse “orgullosa” de cerrar su etapa como concejala de Cultura con el “broche” del que considera “el poeta español vivo más importante”. Además, en el recorrido por el currículum de Luis Alberto de Cuenca recordó que su vinculación con Rute se remonta a sus colaboraciones con la editorial Ánfora Nova. La concejala concluyó defendiendo que una sociedad que no invierte en cultura “está condenada al olvido”.
El editor Jacob Lorenzo, director de la colección, corroboró que le parece el poeta “con más impacto” de los últimos 50 años. De ahí la importancia de editar esta antología. En este sentido, agradeció la respuesta inmediata y positiva de Ana Lazo cuando se lo propuso. En cuanto al título del libro, aclaró que está “robado” del primer verso de uno de los poemas seleccionados: “Volveremos a vernos donde siempre es de día”. Cree que es un poema ilustrativo de su obra. Para el editor, la poesía de Luis Alberto de Cuenca es “sencilla y a la vez hermética”, ya que aúna “potencia, sencillez y transversalidad”.
Como el resto de su bibliografía, la antología pretende ser “un collage de altura”. No en vano, De Cuenca es admirador de la obra de Edgar Allan Poe y un gran aficionado a la novela negra o los tebeos de “El Guerrero del Antifaz”. De ahí el diseño de la portada. Esa variedad en sus gustos se ha extrapolado a su escritura, ya que, además de los poemas, ha compuesto canciones para la Orquesta Mondragón o Loquillo.
Tanto Lazo como Lorenzo hicieron mención a la persona que les unía con el homenajeado, el fallecido escritor lucentino Manuel Lara Cantizani. De Cuenca recordó cómo se habían conocido hace algo más de veinte años. A partir de ahí empezó una relación “estrecha” con el sur de Córdoba, hasta el punto de que asegura que le debe más a la Subbética que al revés. Le faltaba venir a Rute, ese lugar “soñado” por Rafael Alberti, al que calificó de “genio”, en su obra “El alba del alhelí”.
El protagonista de la antología elogió la selección de poemas, por ser muy definitorios de su trayectoria, confesando que ha sido mérito del editor, sin que él participe. Antes de dar lectura a algunos, defendió el valor de la cultura occidental. Según dijo, gracias a los poetas provenzales e italianos, la herencia grecolatina llega a nuestros días. Como había ocurrido durante todo el acto, las intervenciones alternaron con la música en vivo, a cargo del violinista Domingo Escobar y el pianista ruteño Antonio Henares. Luis Alberto de Cuenca aplaudió que se hubiera apostado por esta puesta en escena, ya que la poesía y la música “nacieron juntas de la mano de los griegos”.
