Este tipo de campañas se viene realizando desde hace unos años en los meses de verano
Como viene siendo habitual en el período estival desde hace unos años, el Ayuntamiento de Rute ha puesto en marcha una campaña preventiva para vehículos. Junto a los típicos controles de alcoholemia, la campaña de verano se centra fundamentalmente en los ciclomotores y motocicletas, en temas como el uso del casco o los escapes libres. No hay que olvidar, sin embargo, aspectos exclusivos de los conductores de turismos, como hablar por el móvil o no llevar el cinturón. Los controles están a cargo de la Policía Local, pero también puede actuar la Guardia Civil. La campaña se está realizando a nivel nacional, aunque el concejal de Tráfico, Manuel Tenllado, ha adelantado que probablemente en Rute “se prolongue más tiempo”.
Si bien el problema de los escapes libres persiste todo el año, el concejal ha matizado que en verano “hay más motocicletas y ciclomotores circulando”. Por eso, la intención es controlar estos ruidos, “que son muy molestos”. De momento, la vigilancia de esos escapes libres es visual, pero se está a la espera de adquirir una máquina que mide el nivel de ruidos.
Para el casco, pese a su obligatoriedad, ha insistido en que es una campaña preventiva. Tenllado ha señalado que, “gracias a los conductores”, en Rute no hay muchos accidentes. Pero aun así, hay que intentar que, si se producen, sean “lo menos aparatosos posible”. El concejal cree que no somos lo bastante conscientes de la importancia del casco para nuestra seguridad. En su opinión, muchas veces no se usa por no ir muy lejos, “pero la mayoría de accidentes de ciclomotor se producen en trayectos cortos”. Tenllado ha recordado que no llevarlo “puede provocar lesiones muy graves e incluso la muerte”. De ahí la conveniencia de ponérselo “y abrocharlo”.
Los controles se pueden llevar a cabo a cualquier hora del día en todo el casco urbano. Además de los aspectos citados, se supervisa la puesta al día de la licencia de conducción o el seguro obligatorio. En caso de no cumplirse con la normativa, los conductores se exponen a las pertinentes sanciones que vienen contempladas por la propia Dirección General de Tráfico. Estas sanciones oscilan entre los 90 y los 600 euros, y una pérdida de 3 o 6 puntos. En caso de infracciones muy graves se podría inmovilizar el vehículo “y una alta tasa de alcoholemia podría ser constitutiva de delito”.
Con todo, Tenllado ha insistido en que no se trata de una campaña programada “con afán recaudatorio”. Entre otras cosas, Rute es un municipio pequeño y el dinero de las multas “no supondría una cantidad significativa”. Precisamente porque en el pueblo las distancias no son muy largas, el concejal ha recomendado que en caso de que alguien tome una copa “es mejor que vaya a pie”.
