Estimado lector, parece que se acerca el carnaval, además en esta ocasión existen muchas posibilidades de que se celebre con “normalidad”. Es por todo esto que hoy vamos a incentivar un tipo patrimonial no tratado con anterioridad, se trata del patrimonio etnológico; mejor conocido como usos y costumbres.
El mascarón es un disfraz típico de rute que habitualmente se usa durante el conocido “Entierro de la Sardina”. Consta de elementos básicos, la mayoría “de andar por casa”, donde destaca la máscara, con el interés de que el disfrazado no exponga su identidad. No es casual que en esta ocasión vayamos a tratar sobre este disfraz, hace no mucho revisando la hemeroteca y la videoteca, pude comprobar la cantidad de personas que el miércoles de ceniza vestían diferentes tipos de este disfraz tradicional. No obstante, en la actualidad apenas se usa, habiendo dejado paso a otras formas más modernas y conocidas, incluso apenas se usa el socorrido disfraz de viuda o abuelo. Ciertamente, las tradiciones cambian conforme a las modas, no obstante, siempre suele subsistir algo intrínseco de las mismas, sin embargo, en esta ocasión estamos ante el peor de los casos.
Aunque muchos no lo crean, existen algunas celebraciones típicas de rute que se encuentran recogidas en diversos catálogos etnológicos andaluces y una de ellas es el “Entierro de la Sardina”. Todos los que salimos a acompañar a la sardina durante sus últimos momentos, además de disfrutar de la fiesta, somos partícipes de un auténtico momento patrimonial, por el que debemos velar y cuidar. Es por esta razón que animo a todos los posibles a participar durante la próxima festividad siguiendo las directrices del “mascarón”. Seguir una tradición no tiene por qué ser de “antiguo”, podemos adaptar nuestro disfraz a los momentos que corren; tiremos de imaginación, como siempre hemos hecho.
Sobre el carnaval de Rute hay mucho por escribir, por suerte siempre hemos tenido guasa a la hora de organizar y vivir la festividad. Está es la principal razón para explicar porqué era uno de los más visitados de la comarca antes de la pandemia. Como he expresado al inicio del artículo, tengo la esperanza que en esta edición lo podamos celebrar, razón de más para incentivar un regreso a los orígenes. El año pasado hablábamos sobre una exposición, mientras que en esta ocasión se proponen actos y celebraciones, disfrutemos con responsabilidad y con ganas, para volver a situar nuestro carnaval en el lugar que corresponde.
¡DESTACAMOS!