Un taller de “coaching parental” enseña a los padres a descubrir sus capacidades como educadores

  • Las Escuelas de Padres municipales cambian el enfoque, con el objetivo de ayudar a cada progenitor a encontrar el mejor estilo para educar a sus hijos

La respuesta al taller ha sido masiva y la sala se ha llenado de padres y madres interesados en aprender

Sesión introductoria del taller de coaching parental

Las Escuelas de Padres que promueven las áreas de Educación y Bienestar Social del Ayuntamiento de Rute, junto al Instituto Provincial de Bienestar Social, se reinventan, priorizando a los progenitores. Se aúnan los de escolares de Primaria y Secundaria, si bien ha habido sesiones para padres de menores de tres años en las guarderías de Rute. Para el resto, ha comenzado un taller de “coaching” o entrenamiento parental, cuyo cupo se ha completado. Durará tres meses, en sesiones semanales de siete a ocho, en el Edificio Alcalde Leoncio Rodríguez. Lo imparte el psicólogo Francisco López. Según matiza, antes se enseñaban técnicas para ponerlas en práctica con los hijos. Ahora, en cambio, se focaliza en “enseñar a aprender y abrir la conciencia de los padres”.

  • En el fondo, el progenitor también debe “sentirse cómodo educando” y a veces ocurre justo lo contrario

Se sabe que cada hijo es distinto, pero no siempre se tiene en cuenta. Con frecuencia los tutoriales de internet parecen diseñados “para un niño tipo” y luego las realidades son muy diferentes. Por eso, la propuesta apunta a que cada padre sepa “qué necesita para mejorar la calidad de la educación de su hijo”, sus cualidades y sus defectos. Por tanto, con el coaching los padres “aprenden de sí mismos y de su propia experiencia”.

En torno a esa premisa, se busca observar “con la mente abierta”. Según el monitor, se parte de que cada persona lleva dentro a alguien “que sabe lo que tiene que hacer”. Lo que se intenta es “liberarlo” de obstáculos que impiden ser “el mejor padre posible”. No hay una técnica universal y cada padre “debe encontrar su estilo”. El progenitor debe “sentirse cómodo educando” y a veces ocurre justo lo contrario.

Lo que parece claro es que cronológicamente, el padre o la madre han de hallar primero ese estilo antes de dar con el más adecuado para sus hijos. Dicho de otro modo, los padres han de conocerse “porque damos un reflejo a la gente que se relaciona con nosotros”. La toma de conciencia de cómo es cada uno y de cómo son sus hijos es “el mejor punto de inicio en una actividad de coaching, en un entrenamiento para padres”.

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