Estamos de nuevo en época electoral, las elecciones generales serán el próximo domingo 23 de julio y España se juega muchísimo en esta ocasión. Se está jugando mucho más que un resultado electoral: se juega el retroceso y la involución que provocaría que la extrema derecha formara parte del Gobierno Central.
La gran apuesta, la gran esperanza de estas elecciones generales viene de la mano de Yolanda Díaz, una magnífica mujer que ha conseguido aunar una coalición de izquierdas progresista y de mayoría social. Ha conseguido un hito histórico, pues es la mayor coalición electoral en la historia de España, agrupando bajo las mismas siglas a veinte partidos políticos de ámbito estatal y autonómico.
Sumar es la gran alternativa de izquierdas, es la gran alternativa frente al miedo y al odio, es la gran alternativa de progreso, de feminismo, de igualdad, de educación, de integración, de transición ecológica. Es la gran alternativa, en definitiva, para la ciudadanía española que no quiere ver sus derechos sesgados en pro de una vuelta al pasado. La “pancarta del odio” que desplegó Vox, nos hacía ver lo que iba a pasar si ellos entraban a formar parte del gobierno. Fuera, a la papelera, con una simbología muy directa y dura, los derechos LGTBI, el feminismo y la agenda 2030, entre otros. Una pancarta que nos recuerda unos tiempos pasados muy duros que estamos seguros que no queremos volver a ver en la España del 2023. Es por esto que desde estas líneas pedimos unidad para frenar el retroceso. Pedimos a la izquierda más crítica que reaccione, aunque haya cosas que no les gusten de Sumar. La gente de buena voluntad debe reaccionar, debe acudir a las urnas, debe votar por correo que es muy fácil si no se encuentra físicamente en su lugar de votación el próximo 23 de julio, debe contribuir con su voto a que siga el progreso en nuestro país, para los que estamos ahora mismo, y para las futuras generaciones venideras. Que nadie se quede en casa sin votar: el abstencionista suele ser de izquierdas; la derecha vota en masa. Y es en esta ocasión donde vemos como vuelven con fuerza los intolerantes, los que hacen sentir odio y miedo, los que solo miran por ellos y no por el conjunto de la ciudadanía.
Hay que darle una lección a las élites, hay que avanzar dignamente, hay que progresar, en servicios y en derechos, y hay que lograr una fiscalidad progresiva, tal y como marca la Constitución.
Hay que lograr un gobierno que siga mirando por los trabajadores y por la clase obrera, por la sanidad y la educación, por los pensionistas y su bienestar, por la igualdad de derechos… en definitiva por una mejora en la calidad de vida de la ciudadanía.
Queremos finalizar asumiendo que el anterior artículo no fue políticamente correcto por lo que desde estas mismas líneas pedimos disculpas. Errar es humano y rectificar es de sabios.
