Se desploma la cornisa de una planta en el colegio de Llanos de Don Juan

Estado en el que ha quedado la cornisa tras el derrumbe

Estado en el que ha quedado la cornisa tras el derrumbe

¿Suerte o mal fario” Esa duda tienta a muchos padres y madres de los alumnos del Colegio Público Rural Blas Infante, de Llanos de Don Juan. Cada vez que hay un nuevo percance en el viejo centro de esta aldea de Rute, les surge el mismo dilema. Por un lado suspiran aliviados si no se ha producido en horario de clase. Por otro, temen que la “racha de buena suerte” se acabe y la próxima vez sí haya algún menor que resulte dañado. En esta rutina de sobresaltos y decisiones pendientes por parte de las administraciones, pasan los días, las semanas, los meses. Y mientras, el colegio continúa deteriorándose. Como en un barco a la deriva, no dejan de aparecer nuevas “vías de agua”. La última fue el 14 de febrero, sábado. Así que una vez más suerte y gracias de que ese día no había clase.

Esa mañana se desplomó la cornisa de la segunda planta, donde se encuentra la biblioteca y el aula de refuerzo. Además, hay un aula de audiovisual, que últimamente no se utilizan “porque proyectan directamente en las clase de abajo”. Así lo ha explicado Juan Montes, presidente del AMPA. Sin embargo, ha recordado que por el pasillo que hay bajo la cornisa van y vienen los alumnos “continuamente, tanto para entrar y salir de clase como para recoger fotocopias o algún libro de la biblioteca”.

Desde el AMPA ya se ha contactado con el Ayuntamiento de Rute. Allí les aseguraron que se actuaría “inmediatamente”. Ya el lunes 16 los técnicos municipales estuvieron supervisando la estructura junto al director Rafael Luna. Según ha explicado Montes, se ve que hay una filtración de agua “importante” en el tejado. En consecuencia, la bobadilla y las viguetas están “muy deterioradas”, con mucha humedad. Del resto de las instalaciones, tras las reformas posteriores a las inundaciones de septiembre, el presidente cree que están “como nunca”. En ese aspecto, admite que se ha mejorado mucho. No así en lo que se refiere a tejados y cubiertas, “por donde sigue entrando agua si hay fuertes lluvias”.

El derrumbe de esta cornisa ha llegado poco después de una nueva reunión mantenida con la delegada de Educación, Antonia Reyes. En palabras de Montes, les dio una respuesta “justa” a las peticiones formuladas. La delegada les trasladó el informe técnico que habían pedido sobre las reformas que se han hecho en el colegio, aunque no decía nada del tema de seguridad. Respecto a la instalación de aulas portátiles, Reyes “no dijo que no”, sino que lo importante sería “contar con un terreno y adaptarlo”.

Más interesada se mostró en la posibilidad de un centro nuevo. En este sentido, la delegada está “deseando” tener la cesión definitiva de los terrenos por parte del Ayuntamiento de Rute. En esa misma reunión, los padres plantearon a la delegada la opción de coordinarse con la consejería de Vivienda y Urbanismo para “agilizar los trámites”. Dichos terrenos tenían la calificación de zona verde y habría que recalificarlos como zona escolar.

Sin embargo, todos estos trámites se prolongan en el tiempo y, “por experiencia”, podrían demorar la conclusión del nuevo colegio “hasta cuatro o cinco años”. Según Montes, los padres están ahora mismo “muy agobiados” con el trabajo, pero a la vez siguen descontentos con estos plazos. De ahí que no se descarte, llegado el caso, ir ellos mismos a la consejería de Vivienda a preguntar qué urgencia se le va a dar al asunto.

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