-
Después de que en 2020 se suspendiera por la pandemia y el año pasado la lluvia limitara la salida la gente, se ha celebrado con normalidad la jornada campestre por antonomasia
Como tantos eventos, tres años habían transcurrido desde la última vez que se celebró un San Marcos al uso. El 25 de abril de 2020 el país estaba aún sometido al confinamiento provocado por la pandemia. Ello obligó a comerse en casa las tradicionales merendillas y pavitas de este día. El año pasado fue la amenaza de lluvia la que retrajo se salir a muchas familias. Así pues, había muchas ganas de festejar la jornada campestre por excelencia. Ello hizo que durante buena parte del día el casco urbano ofreciera esa imagen de pueblo fantasma, semivacío y con los principales establecimientos públicos cerrados.
- Parajes como la Fuente Alta o el Lanchar se llenaron de grupos familiares o de amigos, prestos a dar buena cuenta de la comida y la bebida
Ni siquiera la coincidencia con la romería de Andújar, que hace que mucha gente se vaya al Cerro del Cabezo, restó público en los principales enclaves de nuestro entorno natural. Parajes como la Fuente Alta o el Lanchar se llenaron de grupos familiares o de amigos, prestos a dar buena cuenta de la comida y la bebida que llevaban en “tuppers” o neveras portátiles. De nuevo la dieta mediterránea quedó en segundo plano, en favor de las parrillas y barbacoas, después de que en los días previos las carnicerías y charcuterías hubieran agotado género en detrimento de la sección de frutas y verduras. También al cabo de mucho tiempo se invirtieron los roles habituales para que quienes rara vez se acercan a los fogones hicieran por un día de “cocinitas”.
En definitiva, las ganas de recuperar la normalidad perdida también se han notado en la vuelta al campo. Incluso mucha gente adelantó la celebración a la jornada del domingo. No hay que olvidar que, si bien San Marcos es festivo en Rute y localidades vecinas como Cuevas o algo más lejanas como Loja, en otros lugares donde trabaja gente de nuestro pueblo es un día laborable. La mayoría de quienes pudieron celebrarlo, una vez reposado el almuerzo, se acercarían al Poblado del Pantano, para terminar la jornada con la romería del patrón de Cuevas de San Marcos de vuelta a su pueblo.
