El sacerdote José Gregorio Martínez se marcha rumbo a Camerún

  • El párroco de Santa Catalina llegó a Rute en 2018 y asegura haberse sentido muy a gusto en el pueblo estos cuatro años

El sacerdote ha mostrado su deseo de visitar Rute cuando cada año vuelva a Córdoba

De Rute por el mundo- Hablamos de Colombia con José Gregorio Martínez

Hace cuatro años, en agosto de 2018, comenzaba a ejercer su ministerio en Rute el sacerdote José Gregorio Martínez. Desde entonces han transcurrido cuatro años de estancia en la localidad, marcados en buena parte por el desarrollo de la pandemia. Como párroco de Santa Catalina, está al frente de la fundación Juan Crisóstomo Mangas, que gestiona la residencia de ancianos. Por tanto, tuvo que afrontar el lado más dramático de la crisis sanitaria. Había venido a la localidad procedente de Córdoba, aunque es natural de Colombia, de la ciudad de Valledupar. Allí nacieron hace cuarenta años él y una hermana melliza.

  • Pese a que se va lejos, va a seguir perteneciendo a la diócesis de Córdoba

En realidad, fue en una carretera de camino del pueblo al hospital de la capital. Después sí crecería en esta ciudad que ha dado nombre al género musical conocido como vallenato. Destaca que tiene en común con Andalucía el ambiente festivo, florido y colorido. De hecho, cree que el carácter abierto de la ciudad donde se desarrolló su infancia y juventud ha influido en su manera de ser. No es de extrañar, pues, que su ciudad sea el primer destino de su país que recomendaría. En cualquier caso, también aconseja viajar a Medellín o Bogotá. Precisamente, por no perder sus raíces procura visitar Colombia al menos una vez al año. Aun así, no se ha planteado si le gustaría terminar su ministerio sacerdotal regresando a sus orígenes.

En España aterrizaría hace 18 años, a raíz de su formación como sacerdote. Curiosamente, nunca se lo había planteado. Sin embargo, la enfermedad de su padre supuso un parón en su vida. Se cuestionó que ésta debía servir para algo, porque podía truncarse en cualquier momento. Reconoce que su decisión no fue fácil. En cuanto al hecho de venir a Córdoba, fue fruto de la casualidad, tras un encuentro de nuevas vocaciones en Italia. Una vez en Rute, se ha sentido muy a gusto, a pesar de las adversidades. De hecho, ahora que se va es cuando se encontraba mejor. Ha tenido ocasión de conocer el ambiente religioso y cofrade, pero también se ha empapado de la cultura local y el entorno.

Ahora, emprende un nuevo proyecto, en Camerún. La idea es previa a su llegada a Rute. Siempre se ha mostrado predispuesto a ejercer la misión donde más necesidades haya. La ocasión se le ha presentado de manos del obispo. Antes incluso de conocer el destino exacto, dijo que sí. Irá a la ciudad de Duala, a un seminario para formar a otros sacerdotes, si bien está ligado a una parroquia donde colaboran en otras tareas como la escolarización. El proyecto es ambicioso porque requiere la terminación de una residencia.

Es, en suma, un reto diferente, que incluye el aprendizaje del idioma. Hasta entonces, tendrá que arreglárselas con el español como lengua materna y lo que recuerda del colegio de francés e inglés. Pese a que se va lejos, sigue perteneciendo a la diócesis de Córdoba, por lo cual el obispo ya le ha adelantado que al menos en una ocasión al año volverá. Y se compromete a pasar por Rute cada vez que vuelva. Siempre será bien recibido.

Deja un comentario