Lucía Izquierdo durante su intervención
El homenaje a la cabra abarca del 30 de octubre al 7 de noviembre. Los actos comenzaron el viernes 30 con el rapero El Chojín y la lectura de un texto que previamente había preparado junto con un grupo de escolares. Para Chojín existen nexos evidentes entre la poesía urbana de los rappers y los poetas, dado que la idea última “es la misma, utilizar las palabras para denunciar las cosas que no nos gustan”. También ese día se impartió un taller de poesía a cargo del poeta y pintor iznajeño, Antonio Quintana.
Ya el sábado 31 por la mañana se fueron sucediendo una serie de intervenciones que mezclaron lo poético con lo natural. Se realizaron delante de la escultura “el niño cabrero”, que ha realizado para la ocasión José Cano Mancilla. Dicha escultura nos presenta al poeta escribiendo sobre el lomo de una cabra, y ofrece la peculiaridad de que con el viento el cabrero se mueve simulando el balanceo de un cuerpo cuando escribe.
En torno a las 12 del mediodía, Pascual Rovira, director de la Fundación Casa del Burro, inauguraba la jornada recordando el papel fundamental que ha desempeñado la cabra en el desarrollo de los pueblos y la importancia de homenajear “al campesino y poeta más importante de nuestros escritores recientes”. Continuó Alberto Cano con un rap elaborado con letras de Miguel Hernández entremezcladas con otras suyas. También se contó con la intervención de Ángeles Mora, poeta ruteña, quien recordó cómo Miguel Hernández ha influido en ella y deleitó al auditorio con poemas de su juventud y otros del autor homenajeado.
El tono reivindicativo llegó de manos del catedrático de la Universidad de Granada, Juan Carlos Rodríguez. Además de destacar la capacidad poética de Miguel Hernández, Rodríguez aprovechó para pedir que se revoque la sentencia de condena que aún pesa sobre este poeta. Miguel Hernández murió a los 31 años de edad en la cárcel y fue uno de los poetas represaliados tras la Guerra Civil Española.
Igualmente reivindicativas fueron las palabras de la nuera del poeta, Lucía Izquierdo, quien informó de que la familia ha iniciado los trámites para que se revise la causa por la que fue condenado. Izquierdo asegura que el juicio al que fue sometido “fue ilegal”, dado que careció de defensa. La jornada se completó con la lectura de otro poema elaborado por el maestro rural José Puerto y unos fandanguillos cantados por el cabrero Miguel Rodríguez.
Por su parte, el alcalde de Rute, Francisco Javier Altamirano, recordó “la lucha del poeta por la libertad” y leyó algunas cartas de personas destacadas del mundo de la cultura. Asimismo, de forma simbólica entregó unas pancartas con los nombres de las calles de Rute que han cambiado su denominación durante esta semana por nombres de cabras.
Tras las intervenciones se nombró arriero de honor, a título póstumo, a Miguel Hernández y se bautizó un burrito que fue rociado con Anís de Rute. Finalmente, la composición musical “Lucerito”, elaborada por el maestro Miguel Herrero Martos, dio por concluida la mañana. Los actos del homenaje a la Cabra culminarán el sábado día 7 de noviembre con un programa de radio en directo, “Agropopulares” , de César Lumbreras. Se emitirá desde La Cuadra de la Asociación de Defensa del Burro (Adebo). Para esa noche se ha programado un concierto dedicado a Miguel Hernández.
