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Las pocas que llegan se agotan enseguida y hasta los dependientes han de reutilizar el material con el que trabajan
Clara Peñalver – Farmacia El Fresno
Si hay un servicio demandado desde que se desató la crisis del coronavirus, ése es el de las farmacias, ya sea con mascarillas, guantes y otro material sanitario como alcohol o gel hidroalcohólico. Como en el resto del país, en Rute también escasea. Aunque desde el Gobierno central se anunció que para después de Semana Santa, las farmacias dispondrían de mascarillas, lo cierto es que hasta el momento apenas si han llegado con cuentagotas. En el caso de Rute, Clara Peñalver, responsable de la Farmacia El Fresno, ha confirmado la escasez a la que se enfrentan tanto ella como el resto de compañeros del municipio. Las pocas que les facilitan se agotan en apenas unas horas. Es lo que ha ocurrido con un lote de mascarillas quirúrgicas que recibían en la tarde del lunes.
- Los propios farmacéuticos se han buscado la protección con recursos como la colocación de mamparas para separarse del público
Con todo, se siguen solicitando, aunque el abastecimiento esté complicado. Según ha apuntado Clara Peñalver, se han pedido de dos tipos. Las quirúrgicas servirían para no contagiar, aunque no protegen al usuario filtrando el virus. Las autofiltrantes se subdividen en tres tipos: FFP1, FFP2 y FFP3, entre los cuales las FFP3 son las que tienen “más poder de filtración”, pero también las más difíciles de conseguir. Para el coronavirus, de cualquier modo, ha matizado que las de tipo 2 son igualmente seguras.
Respecto a las de tela, sería muy contundente afirmar que no sirven para nada, pero sí hay que hacer un buen uso, como en el resto. Hay que colocársela de forma adecuada, no tocar la zona afectada y desinfectarla como mal menor. En todos los casos, lo ideal sería poder desecharlas, algo inviable ahora mismo. Para aumentar la vida útil de las autofiltrantes, se está aconsejando ponerlas a 70º en el horno en modo aire. Ella no ha comprobado aún tal extremo, pero de entrada sospecha que esto puede deformarlas.
En cuanto a la logística de las farmacias, la protección la han buscado sus propios responsables, colocando mamparas para separarse del público, reutilizando el material como guantes y mascarillas de que disponen, y guardando siempre la distancia de seguridad. Por último, la farmacéutica ha distinguido cómo se está comportando la ciudadanía en estas semanas. Por un lado, la demanda no ha variado de forma sustancial en los enfermos crónicos. En cambio, ha aumentado en alcohol, guantes y mascarillas, y ha descendido de forma notable todo lo relacionado con la parafarmacia.