Lydia Arcos se proclama campeona benjamín en Málaga y queda cuarta en categoría absoluta

 Uno de los partidos disputados por Lydia Arcos en el campeonato de Málaga

Uno de los partidos disputados por Lydia Arcos en el campeonato de Málaga

Si el año 2006 se cerraba proporcionando en tenis de mesa uno de los mayores hitos del deporte en Rute, con el triunfo de Antonio Espejo en el campeonato de Andalucía, 2007 se ha iniciado con un nuevo éxito de lo que se adivina como el relevo generacional natural. Al triunfo de Espejo hay que sumar el de Lydia Arcos en el campeonato de Málaga, cuya final se disputaba este 2 de enero en Alhaurín el Grande. Con tan sólo diez años, y apenas uno jugando, Lydia fue la mejor en benjamines y además quedó cuarta en categoría absoluta, donde se tuvo que enfrentar a jugadoras de hasta 30 años. Así pues, la ruteña ha disputado en realidad dos campeonatos de forma casi simultánea. Aunque para ella resulta más gratificante el primer puesto en benjamín, su padre y entrenador, Diego Arcos, ha resaltado el hecho de haber ganado a jugadoras de categoría superior, “habiendo disputado quizás el mejor partido de su vida, aunque con quien debe medirse en realidad es con niñas de su edad”. Lydia ha podido participar en este campeonato provincial ya que desde principios de temporada está inscrita en el club de la localidad malagueña de Cártama, aunque también acude a las Escuelas Deportivas de Rute.

Estos logros resultan aún más significativos si se tiene en cuenta que hace apenas un mes se imponía en el campeonato zonal de La Zubia (Granada) en lo que significaba su estreno en la alta competición, clasificándose para el campeonato de España, que se celebrará en febrero en Valladolid. Aunque los éxitos que está teniendo son casi impropios dada su escasa experiencia, y pese a que ha confesado que imponía enfrentarse a tanto público y jugadoras más veteranas, ha señalado que tal vez fue esa tensión lo que le hizo rendir al máximo. De hecho, Diego Arcos ha apuntado que cuando jugó más suelta fue cuando se enfrentó a chicas de su edad, “que se vieron un poco obligadas a ganar por tener más experiencia y al final les acabó pesando”.

De momento, la trayectoria de Lydia es impecable, aunque se toma la práctica del tenis de mesa como algo de lo que tiene que seguir aprendiendo y no teme, pues, el momento en que llegue la primera derrota. De hecho, ya bromea con la idea de que en Valladolid no ganará casi ningún partido y su padre asegura que en esta ocasión “no es una pose, ya que allí habrá jugadoras con mucha ventaja sobre ella, al ser las mejores de cada comunidad y tener mucha más experiencia”. Sin embargo, también pensaban eso cuando fue a Granada y a Málaga, pero afortunadamente los resultados fueron muy distintos de lo que preveía.

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